POV de Cercei

—¿Por qué estamos aquí, tía? —pregunté por lo que parecía ser la millonésima vez. Después de mi repentina irrupción en lo que parecía ser una reunión secreta abajo, me invadió el pánico. Mi tía tuvo que llevarme a mi habitación para ayudarme a calmarme.

Sin embargo, tranquilizarme parecía imposible. Mi mente estaba llena de preguntas sobre por qué esos desconocidos decidieron ayudarnos si eran la misma manada que las había abandonado. ¿Era una ayuda genuina o nos arrastraban a otro secuestro?

—Escúchame —dijo con firmeza, sujetándome de los hombros para captar mi atención. La miré, esperando una explicación.

—Hace cinco años me reconcilié con nuestra manada, y fueron ellos quienes me apoyaron para reconstruir mi vida allá en Dinan —confesó.

—Pero pensé que te habían abandonado —repliqué, confundida.

—Aunque tu madre y yo nos perdimos por un tiempo, el abandono no es el modo de nuestra manada. Nunca lo fue —negó con la cabeza, borrando mis malentendidos.

¿Me mintió Mamà?