Narra Henry Red.
Viernes, 03, Junio, 2022.
Salimos del elevador y la escucho tras de mí.
— Fuera de broma, no tendremos nada, ¿Verdad? — me mira con preocupación y río negando, me siento en el sofá y tomo la cajita que hice que dejaran y se la lanzo. Frunce el ceño confundida aunque cargue el antifaz que no se ha quitado, mira la caja, al abrirla se escuchan campanadas, como si el reloj indicara la media noche y la cenicienta tenga que irse.
La veo sacar su teléfono y ahí veo que es hora de irse, cierra la cajita sin ver el contenido.
— Diablo… Tengo que irme — me entrega la cajita y corre al elevador dándole a los 3 botones que tiene este sin darse cuenta de que tengo que ingresar mi huella para que se abra — Príncipe Red, déjame ir…
Su frase me deja sorprendido en mi lugar, ya había escuchado a alguien decirme así, su mirada es de súplica y me acerco a poner mi huella y se va, el elevador se cierra y noto que ya son las 12. Empiezo a hacer memoria y recuerdo el sueño de esta tarde.