Esto es entre Rayo y yo.

Ahora Rayo esta en la mira del pueblo, su puesto como gobernador pende de un hilo, y no solamente eso, puede ir a prisión por los asesinatos en el hospital.

–¡David, ¿eso es cierto? Preguntó July, a decir verdad, es reacia a creer lo que dicen en los noticieros.

–¡Mi vida, no lo sé, siento que no conozco a mi hermano! David cree que el poder se le ha subido a la cabeza, y por esa razón es que esta juzgando a Rayo.

Por otro lado, Nicole también miraba las noticias, le sorprendió saber que Rayo ha atacado el hospital, pero los testigos dicen que quería matar a Tania, y eso la hizo dudar.

—¿Será posible? ¿Rayo lo hizo para que ella no hablara? Los hechos dejan a este CEO como único responsable de todo, y ahora hasta Nicole duda de la inocencia de Rayo.

–¿Qué has hecho? Rayo, este no eres tú. Nicole lloró al pensar que su esposo se había vuelto loco y que solamente quería ocultar lo que pasó la noche anterior.

Lo cierto es que esa tarde se levantó una orden en contra de Rayo, y el alcalde le pidió que dejara el puesto de gobernador, le sugirió que se mantuviera en casa en lo que se resuelve el caso.

–¡Maldita sea! No puedo estar cruzado de brazos y encerrado en casa. Thiago caminaba desesperado de un lado a otro, ni siquiera puede hablar con su esposa, pues Nicole no quiere verlo.

–¡Padre, por favor cálmate, con enojarte no solucionaras nada! La ciudad está de cabeza, hoy mismo están trasladando el cuerpo del rey, estuve viendo las noticias y el pueblo de Indonesia está furioso. Diego no ha dejado solo a su padre, conoce a Thiago y sabe que puede hacer cualquier locura, por ende; es que permanece junto a Thiago.

“¿Crees que no lo sé? Esto traerá consecuencias nefastas, lo que se avecina es una catástrofe, “Diego no sé qué haré”. Thiago es consciente de que la muerte del rey es un gran problema, y para terminar de rematar Stanley, cree que fue Rayo quien asesinó a su padre.

Por su parte, Nicole se encontraba encerrada en su alcoba e intentaba borrar todos los correos que le llegaban. Las acciones de casa moda han caído y como si eso fuera poco, recibe mensajes hirientes de todo el mundo.

—Han condenado al pueblo de los Estados Unidos! —¡Son unos malditos traidores! —Muerte para el rey de la máscara. —Rayo nos ha condenado, que lo entreguen a él y a su familia. Decían los mensajes hirientes, pues el pueblo Estadounidense presiente la tragedia.

Todo esto la afectaba mucho, su corazón estaba roto por lo que vio, y ahora tiene que luchar contra todos esos mensajes.

–¡No aguantaré por mucho tiempo! Se dijo, no creía sufrir más, sin embargo, pronto recibió otro mensaje que la dejó estupefacta.

El correo decía que casa moda le pertenece a Tania, al parecer Rayo fue quien se la entregó. Al leer el correo, sus ojos se oscurecieron y apretó los puños por la rabia.

–¿Cómo se atreve Thiago a hacer esto? ¿Le regaló mi negocio? Esto solamente terminaba de confirmar la infidelidad de Thiago. A pasos agigantados, la mujer se dirigió al despacho y al abrir la puerta arrojó su computadora en el pecho de Thiago.

–¡No lo puedo creer! ¿Dime por qué lo hiciste? Casa moda es mi vida, confié en ti al dejarla bajo tu protección, ¿Cómo pudiste regalarla a Tania? Rayo contéstame ¿Por qué me destruyes de esta manera? Ahora Nicole cree que su esposo está en su contra, por lo que tuvo que mostrarse severa frente a él.

–¡Niki no sé de qué hablas! No he hecho nada malo. A Rayo se le partía el corazón, no quería ver sufrir a su esposa, pero no tiene pruebas que demuestren su inocencia.

¡Madre, no lo juzgues a la primera, no creo que papá…! Diego quiso abogar por su padre, pero Nicole lo fulminó con la mirada y le gritó.

–¡Cállate, no interfieras! “Esto es entre Rayo y yo.”

–¡Nicole, no le grites a Diego, no descargues tu enojo con ellos, Sinceramente me estoy hartando de todo esto, nunca te he sido infiel y no lo haré, pero tú no haces más que juzgarme. Dejando caer la mandíbula, la señora Beach se asombró al escuchar a Rayo regañarla.

—Nicole, mírame a los ojos y contesta con sinceridad, ¿Tú crees que cometí todos esos crímenes? Rayo quiere escuchar que ella le cree, al final es la única opinión que le importaba, el resto del mundo lo puede juzgar como quiera, pero la desconfianza de Nicole si lo destruirá.

–¡Rayo, sinceramente no quiero, ni puedo opinar!Que la justicia se encargue de esto, no soy quien para condenarte.

Ante esa respuesta, Rayo apretó los puños y oscureció la mirada. le decepcionó escuchar lo que ella dijo. —¡Lárgate de aquí! Nicole ahora no te necesito, el tiempo demostrará que soy inocente, hasta entonces hablaremos.

A decir verdad, Rayo no sé está rindiendo con su esposa, es simplemente que ahora por más que intente defenderse Nicole no le creerá, sus enemigos sembraron la duda en ella, cumplieron su cometido y lograron alejarlos.

Negando con la cabeza, Nicole suspiro profundo y añadió, con calma. —Como tú quieras, Thiago no quiero pelear, voy a mudarme unos días con mi madre, pero si quieres que comience a confiar en ti, tienes que devolverme mi vida, a parte de mis hijos, Casa Moda es lo único que me queda.

—Nicole, créeme que lo haré, yo no le he dado nada a nadie, Tania tendrá que dar explicaciones de todo esto, puedes ir con tu madre, pero ten en cuenta que te irás sola.

Thiago tenía claro, que no puede dejar ir a sus hijos, no sabe quién es el enemigo y pensó en caminar con cautela.

—Victoria ya es mayor de edad, pero si se va contigo me enojare con ella, y Alberto no se moverá de mi lado, Nicole, no quiero ser injusto. Las cosas no están bien y mi instinto me dice que los proteja, lo mismo contigo, pero una vez te prometí que no te detendría a la fuerza, vete si es lo que quieres.

Esa decisión le desgarró el corazón, pero no puede hacer más. Pensó en proteger a Nicole, y lo hará sin que ella lo sepa.

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