Casi me atraganto con el zumo de naranja al escuchar aquella propuesta, observo a mi mejor amiga y la estudio con ojo crítico cuando de pronto la tía Jenny y mi primo Arturo rompieron el silencio con una muy notoria carcajada.
—Definitivamente no —respondo haciendo una mueca.
—¡Vamos Candice, será divertido! —Sandra me pone ojos de cachorro—. ¡Arturo nos acompañará! Es bueno que te diviertas un poco, ¡noche de chicas!
—Prima, no te haría daño un poco de diversión acorde a nuestra edad —masculla Arturo con una sonrisa de oreja a oreja.
—Hablan como si fuera una anciana —ruedo los ojos al tiempo que me cruzo de