ADAM
Qué si quiero asesinar a alguien, sí, a todos los malditos que le silban y dicen cosas obscenas para con Holly.
—¡Hay, por el pecado del mundo! —exclamó Rain fastidiado—, no vayas a comenzar una masacre—me advirtió.
—No estoy seguro de contenerme, gruñí.
Rodeó los ojos.
—En dado caso, nos meterías en problemas y también a Holly, recuerda que también es su bar.
Resoplé.
—Entonces para qué hiciste ponerse eso.
Una mesera depositó wiski frente a mí.
—Deja de ser un macho cabrio, ella se vestía así aun cuando tú no estabas aquí, todos aman su cuerpo gordito y bueno— le dio un trago a su bebida—, la subestimas.
—No la subestimo, pero tampoco quiero que se pasee en paños menores de los que solo yo puedo disfrutar.
Rain soltó una carcajada.
—Tienes severos problemas—luego señaló a Deo—, aprende de él, está con Dakota y será padre de su hijo, y se postra como todo un campeón, no está quejándose de nada, para mí, tiene todo mi respeto.
—Gracias, por eso.
—Papi—dijo Santi, el