Aston pasó todo el trayecto pensando que experimentaba un mal sueño.
Siguiendo las indicaciones de Sia, encontraron la entrada de la alcantarilla y bajaron por ella. Al mismo tiempo llegaron la unidad de contención junto a la ambulancia, Desmond estaba allí con el rostro pálido pero inexpresivo.
Supo que de verdad estaba en una pesadilla cuando encontró la entrada oculta y anduvo los pocos pasos que lo conducían a la cámara. La puerta estaba abierta y lo único que vio fue a Fira, encogida de lado, con un brazo inerte y la mitad del rostro lleno de sangre.
Olvidó el protocolo, olvidó la seguridad, corrió hacia su cuerpo, casi gritó de angustia y desesperación, había mucha sangre allí, demasiada sangre como para que fuese de una sola persona.
―Agente Dagger, necesito que se retire para poder darle los primeros auxilios a la agente Volk.
Ast