Amanecí en la clínica con Sofía de nuevo, lo bueno es que el doctor nos dio la noticia de que mi suegro está mejorando y lo van a trasladar a una habitación. Eso me dejó un poco más tranquilo, ya que hoy debo ir a la corte a enfrentarme al desgraciado de Alexander y también debo buscar a la niña. Hermosa debo irme… trata de descansar un poco, aquí estarás más cómoda, le da saludos a tu padre, quiero que sepa que siempre he estado aquí, pero el deber me llama.
—¿cómo vas a hacer para representarme? —deja todo en mis manos, me acerco a ella, le doy un beso en la frente, no debes preocuparte por nada más, ya tu padre está mejorando, verás que pronto esto será un mal recuerdo.
—está bien, pero prométeme que no golpearas Alexander de nuevo, no quiero darle una excusa para que nos interponga una demanda. Ellos sólo quieren dinero y harán lo posible para conseguirlo—está bien preciosa, no lo haré… nos vemos más tarde, cualquier cosa se lo pides a los chicos, ¡lo que sea que necesites!
—está