Joder, ¿no sé qué hacer? Si dejo a mi esposa aquí, él la atacará y podría sufrir un aborto espontáneo y si la saco corro el riesgo de que se mueva del lugar, pero creo que es lo mejor, no puedo dejar a mi mujer en la misma habitación con este tipo. Tampoco podría fingir que no está y acostarme a dormir como si nada… Mi amor quiero darte una sorpresa, pero está en la sala, así que te llevaré hasta allá.
—está bien cariño, ¿no le leerás el cuento a la niña? —Sí, cariño… pero había olvidado el tema de la sorpresa, tranquila la llamaré para que baje con nosotros, con esa excusa aprovecharé de ponerlas a las dos a salvo mientras le digo a los chicos que suban a la habitación, bajo con mi esposa y mi hija y decido llevarlas al jardín.
—cariño, esta no es la sala, ¿dónde está la sorpresa? —princesa, necesito hacer algo urgente, te quedarás con la niña aquí mientras yo resuelvo algunos asuntos, prometo que te contaré luego sí, pero por favor no dejes que la niña vaya a ningún lugar.
— ¿qué