Azael.
Los días han pasado y mi cachorrita ni siquiera me dirige la palabra. Esto es una tortura mi lobo se está empezando a desquiciar, me está empezando a fectar, vine a buscarla al refugio, me han negado la entrada varias veces, pero esta vez no me daré por vencido entre y estaba como siempre Marcus en el mostrado, me miró con enojo.
-Qué haces aquí lárgate. No te queremos aqui.
Creo que mi cachorrita le ha dicho lo que pasó, pero ya vine hasta aquí.
-Puedo hablar con Kira
-Mira si Kira estuviera aquí no te lo diría, muerete, así que lárgate de aquí, si no quieres que llamé a la policía.
A mi olfato llegó ese delicioso aroma, estaba aquí, lo sé pero no puede maltratar a su amigo para llegar a ella, debo de mantén la calma que me queda. Respiré ondo y lo miré, esto será un g