45. ¿Decir la verdad o no?
Ravenna
La incertidumbre me envolvía como una sombra densa mientras permanecía en la habitación, observando a Benjamin alejarse después de nuestra intensa conversación. Su mirada penetrante resonaba en mi mente, dejándome dividida entre el deseo de entregarme a él y el miedo a las consecuencias devastadoras que eso podría traer.
Me levanté, deteniéndome cerca de la puerta y pensando en ir tras él. A pesar de que ese lobo era todo lo que tenía en ese momento, mi parte racional me detuvo. Necesitaba pensar. Él me dio una noche para hacerlo.
Volví a la cama y dejé que las lágrimas volvieran a lavar mi rostro. ¿Por qué era tan difícil renunciar a él? Benjamin no representaba nada para mí, ¿o sí?
¿Era el cariño, la atención y el deseo que veía en todos sus actos lo que me motivaba a estar cerca de él, o había algo más?
Oí los golpes en la puerta y corrí hacia ella, esperando que Benjamin hubiera vuelto y se quedara a mi lado, a pesar de las dudas que inundaban mi mente.
Cameron entró en la