Ravenna

Dejé la televisión encendida en el canal que Benjamin había mencionado que transmitiría el evento. Estaba ansiosa por volver a verlo.

La atracción entre nosotros había aumentado considerablemente, y me sentía cálida cada vez que sus ojos se posaban en mí.

Mi loba se deleitaba con su presencia y ansiaba salir a jugar con su lobo, aunque nunca lo diría en voz alta.

Tan pronto como la imagen de su coche llegando apareció en la pantalla, me arrodillé frente al televisor, mirando descaradamente a mi anfitrión, que parecía aún más serio que cuando se fue de aquí.

Él abrió la puerta para que sus hermanas salieran radiantes, y luego para la loba morena, quien dijo algo que llamó su atención, haciéndolo entrar del brazo con ella.

"Ni siquiera es tan bonita", analicé su perfil con incomodidad y volví al sofá, sentándome molesta.

Las imágenes del interior de la fiesta eran sorprendentes y me arrastraron de vuelta a la última fiesta a la que asistí. El lugar estaba bellamente decorado, co