Como antes solo había ido de pasajera en el auto de Marcus, Hazel y yo tomamos la van de la empresa para ir al hotel. Mientras estábamos en el vehículo, llamé primero a Tristan para informarle sobre mi visita al hotel para ver a Anastasia. Anoche ya le había contado por mensaje lo que vi en el celular de Marcus, y él me regañó y me aconsejó de nuevo, dejándome aún más confundida.
—¿Te has vuelto loca, Eve? ¿Qué vas a hacer allí, eh? ¿Enfrentar a Anastasia White? —dijo Tristan enojado por la línea. Por suerte, llevaba mis AirPods puestos, así que Hazel y el conductor no escucharían sus gritos.
—¡No voy a enfrentarla, idiota! ¡Voy allí a trabajar y supervisar! —respondí.
—Ah, sí… —dijo, sin creerme.
Rodé los ojos y respiré hondo antes de volver a hablar con Tristan.
—¡No voy a enfrentarla! ¡No soy así, Tri, tú me conoces! —dije en voz baja, temiendo que Hazel a mi lado escuchara.
Escuché un suspiro de Tristan.
—Solo no causes problemas, Eve. Si surge algún conflicto, no te involucres pr