Una promesa de amor olvidada, regresa dieciséis años después, para poner de cabeza la vida del prestigioso ingeniero Leonardo García, de una manera muy peculiar; el fantasma de su ex novia ha empezado a asecharlo. Con un matrimonio cercano, Leonardo descubrirá que lo que necesita para ser feliz es volver mirar al pasado y recordar lo que significaba la felicidad con las cosas simples que poseía. Ha vivido muchos años rodeado en la mentira, fingiendo ser feliz y ahora está dispuesto a enfrentarlo todo por recuperar a su verdadero amor.
Leer másDaniela y yo cumplíamos exactamente dos años de novios esa tarde de primavera. Para ser sincero, creí que nuestro amor perduraría por siempre, que me casaría con ella al llegar a ser adulto y tendríamos muchos hijos; tan hermoso como ella, con esos ojos almendrados color marrón que tanto amaba. Recuerdo que reía cuando le contaba mis planes futuros, creo que la parte que más le causaba risa, era el saber las locuras que harían nuestros hijos, porque en ese entonces éramos un par de locos.
Aquella tarde nos hicimos una promesa de amor mientras colocábamos nuestros nombres en el árbol de sauce junto al río. —Algunas parejas prometen amarse toda la vida, en cambio, yo quiero hacerte una promesa muy especial que solamente tenga significado para nosotros. Porque sabemos que nuestro amor es verdadero y porque creo que existe la vida más allá de la muerte, quiero prometerte que te amaré en esta vida y por toda la eternidad. Daniela se carcajea ¡Ay! Como me gustaba verla sonreír, dejaba ver esos hoyitos en sus mejillas que la hacían ver tan tierna, aún más cuando empezaba a sonrojándose hasta las orejas, creo que eso era lo que más me gustaba de ella. —No te rías, es en serio. —Sonrío tomando sus manos con firmeza y delicadeza. — ¡Vamos! ¡Prométeme que nos amaremos hasta en la otra vida! —Pido con dulzura hipnotizándola con el resplandor de mis ojos verdes que tanto amaba. Pero las cosas no siempre salen de acuerdo a lo planeado. Al día siguiente tuve que dejarla ir; para ser exacto, la abandoné. Tenía dieciséis años, una vida con gran futuro según mi padre y era momento de volar alto. Sin voz ni voto, obedecí y ni siquiera me dejó despedirme. Aunque siendo sincero, no tuve el valor de desobedecer y correr hasta su casa para volver a mirarla de frente. Tenía miedo de verla llorar mientras se hacia pedazos su corazónpor mi culpa o quizás fue el temor de imaginar su rechazo, sin importar las bofetadas que posiblemente me daría, no quiera morir escuchando un “Solo vete y olvídate de mí” Desde entonces la culpa me ha consumido, me he preguntado miles de veces, si mi vida hubiese cambiado si decidía ir por ella. Nunca supe lo que tuvo que decirme, solo seguí mi camino de éxito con el dolor más grande en el corazón y poco apoco con el engaño de la vida perfecta, olvidé mi promesa. Quizás el no volver a saber de ella ayudó ¡Sí! Fue como si Daniela hubiese decidido no dejarse encontrar, como si nunca hubiese existido. Pero, dicen que una promesa de amor verdadero es imborrable ¿Será tarde para recuperar el tiempo perdido ahora que ha vuelto a mi vida?El camino a la felicidad no ha sido fácil. Sin embargo, en esa fiesta, tanto Paola, como Cindy han sabido levantarse de las caídas, recuperarse de los tropiezos y seguir persiguiendo un sueño. El amor verdadero. Ese amor que estuvo siempre presente y no vieron con anticipación, pero ahora recobraran.Para Leonardo y Daniela su camino no ha sido precisamente uno lleno de rosa, pero tampoco lleno de espinas. Es verdad, se perdieron en el camino y buscaron otro sendero para recuperar el suyo propio. Pero a medida que avanzaron encontraron la luz que volvió a unirlos, porque nunca estuvieron solos marchando en la oscuridad.Y precisamente ahora, podían ver que ese gran faro que los guiaba era su amor, ese amor puro que traspaso barreras.—¿Puedo saber a donde irán de luna de miel? —Pregunta Fernanda.—Hay un lugar que siempre quisimos conocer juntos—responde Leonardo— es
Dicen que tarde o temprano la vida nos lleva al camino correcto, no importa lo que demore, hay que tener presente que la felicidad está dentro de nosotros y que si dejamos ir el pasado podemos quitarnos la venda de los ojos y mirar hacia otros horizontes, donde la persona destinada aún espera por nosotros.Dicen que una simple mirada puede decirnos que el amor volvió a tocar nuestra puerta. Que no te sorprenda si un choque accidental te hace dar cuenta que esa persona estuvo cerca de ti toda la vida.Dicen que las heridas del corazón sanan rápidamente y las cicatricen se borran cuando decides volver a empezar.Y Paola estaba por liberar su alma de las culpas y el destino a punto de recordarle que la felicidad nunca se apartó de su camino, porque todos merecen ser felices si así lo desean.—Felicidades por obtener el ramillete— Se escucha una dulce voz a sus espaldas.Al darse la v
seis meses despuésDicen que no hace falta una boda para completar la felicidad, que solo es un acto simbólico para sellar un compromiso, pero esos eternos enamorados quieren hacer realidad el sueño de su hija y el suyo propio de hace muchos años. Para eso, Leonardo y Fernanda planearon lamás romántica e inusual pedida de matrimonio.—tú sabes más de esto que yo, hija —le dice su padre—¿Crees que le guste?—El anillo está precioso y mamá es la más sensible y romántica. Le encantará el detalle.Esa noche la familia entera fue al restaurante chino, despuésde disfrutarde una rica cena, la mesa reparte unas galletitas chinas.—Descubran su suerte —les dice a cada uno antes de irse.Todos se miran y sonríen, porque ya sabe lo que vendrá luego.—Q
NOCHE BUENACuando la época navideña llega, las emociones afloran y las ganas de aferrarse a la vida crecen. Es una época de cambios y futuros planes para que la familia al fin esté reunida, deje sus diferencias y se miren de frente al perdonarse.Y esta temporada para Leonardo es muy especial, no solo porque ha recuperado a su padre, sino también a la mujer que ama y a su hija, pero existe un motivo más para sentirse dichoso; la operación recibida en sus piernas hace unas semanas ha sido un verdadero éxito, después de las terapias volverá a caminar sin problemas.Durante estos meses la compañía de sus dos amores, sobre todo el de Fernanda que se ha convertido en su mejor amiga y confidente, no solo es la luz de sus ojos y el motivo más grande para entregarse en cuerpo y alma a sus terapias de rehabilitación. Y Daniela, el amor más grande que pu
Después de esa primera llamada que tuvo Leonardo tras despertar de la muerte, ha sentido que todo a su alrededor ha mejorado. Puede decirse que las piezas rotas de su corazón han empezado a unirse y todos los que han estado involucrados en ese camino espinoso, han encontrado su sendero recto, iluminado por el perdón. Empezando por Amanda que lo visitó junto a sus amigos del despacho por la tarde ese día. Todos hablaron, bromearon y se tomaron fotografías. Antes de irse, le pido a Amanda quedarse unos minutos más.—Perdóname por no amarte como merecías —le dice apenado.—No tiene que hacerlo, ya le dije antes que lo que paso entre nosotros fue una página extra escrita en nuestras vidas, de la que no me arrepiento por un solo segundo. Porque fi feliz. Por lo menos yo lo atesoraré en mi corazón.—Mereces encontrar a alguien te amé con la misma intensid
A la mañana siguiente, Antonio lo visita para hablarle de Daniela, de su hallazgo de devolverlela vida y la magnífica aventura que vivió en Perú.—hice algunas sesiones y cuando me sentí listo me comuniqué con ella. No podía verlo concalidad, peropercibíael aroma del mar…—Entonces fuiste tú el que la obligó a irse de mi lado, aquella mañana —Le dice Leonardo—Lo siento. No tenía idea de donde se encontraba, yo…—se pone nervioso.—Solo bromeo. —sonríe —tenías que hacerlo.—Si, me sentí en la obligación de hacer lo imposible, no solo porque se lohabíaprometido,tambiénpor Fernanda, hablé algunosdíascon ella y el solo verla memotivaba. Esa niña tiene una chispa de&aac
Último capítulo