Nikolay
Salgo del auto justo cuando el auto de mi padre se aproxima desde la distancia, Alekséi, camina conmigo hasta la entrada de la fábrica y mientras siento que el mundo está a punto de cambiar, mi mejor amigo me da un pequeño empujoncito en el hombro.
—Lo acabamos y luego nos largamos Nik — me repite — , no más drama.
—Bien.
Escucho las pisadas apresuradas de los que después descubro son cuatro hombres bien armados, le hago una seña a Alex que baja su arma antes de caminar con las manos en alto hasta dichos hombres.
—El Vor fue claro con sus condiciones — dice en voz alta — : ustedes fuera, su jefe solo puede tener un hombre aqu&ia