Mientras continuaban almorzando…

—¿Y donde se encuentra mi otro nieto?, ¿por qué Bacco no está aquí?

—Tuvo que viajar mamá, surgió un tema por resolver en nuestro hotel en Olimpia pero debe estar de regreso en un par de días y tú ¿cuándo regresas a Egaleo?—, intervino Nikolaos.

—¿Por qué hijo deseas que me vaya pronto?

—Para nada mamá eres bienvenida por el tiempo que desees.

—Todavía no tengo claro por cuánto tiempo me voy a quedar, me gustaría cuidar un poco de mi nieto, sabes uno nunca sabe cuando va a ser llamada por Dios y hay que disfrutar de esos momentos.

—De qué hablas mamá si tú eres más fuerte que un roble.

—El doctor me dijo que no estoy igual que si tengo una emoción fuerte o una molestia puede que se acorten mis días en este mundo—, me pregunté si todo aquello sería verdad, ahora además podía ser culpable con mi engaño de que la doña se pusiera mal, por eso dicen que las mentiras tienen patas cortas, de paso aquella señora no dejaba de verme como examinando mi comp