Harry y Stella

Mirando al techo, seguí reflexionando sobre las cosas que sucedieron. Cómo una sola noche cambió mi vida. Cómo cambió mi estado de soltera a tener un novio sexy. ¡Esperar! ¿Lo llamé sexy? Fue un error. No lo pienses. Hubiera sido mejor no haber ido a la fiesta anoche.

Estaba en mi habitación, acostado en la cama mientras pensaba todo. Después de que acepté ser su novia, esperé casi una hora en su habitación por mi vestido mientras Harry me miraba de forma extraña. Realmente fue una situación embarazosa. Cuando conseguí mi vestido, él era tan terco como para mover su trasero perezoso cuando le pedí que saliera de su habitación porque necesitaba cambiarme de vestido. Ese idiota me dijo que era mi novio y que está bien si me cambio frente a él. ¿Qué tan irritante era?

Corrí al baño y me cambié de ropa. ¡Infierno! Literalmente moví montañas para salir de la casa sin que me atrapara la abuela. Llegué a mi casa y sin involucrarme en las charlas, me dirigí a
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