Después de la ceremonia llego la hora de la celebración, el jardín de la casa se preparo con adornos flores por todos lados, música y mesas, era una vista espectacular.
Hansen y yo, estuvimos cerca de nuestros amigos y familiares, todos en la manada estuvieron presentes, por excepción de algunos guardias, encargados de la seguridad de la frontera.
Estábamos felices, Hansen no podía dejar de verme y besarme, cada que tenía una oportunidad y yo me sentía inmensamente feliz a su lado.
“Eres feliz esposa mia” me dijo sonriendo.
“Lo soy con el solo estar a tu lado” el dije mirándole.
“Entonces Luna mia, siempre los eras porque no pienso alejarme de tu lado nunca” me dijo mientras tomaba mi mano entre la suya y la besaba.
Seguimos caminando juntos, tomados de la mano cuando me dirigió hacia l