Y fue cuando entendí quien estaba frente a mí, mi mirada era seria y apretaba mis labios con fuerza al decir su nombre,  “¿Maxon?”

Ella giro y me miró fijamente reflejando una sonrisa en su rostro, levanto su mano y  se cubrió de llamar rojas, me miró fijamente, pero en un segundo cerro sus ojos y Alania se desvaneció, pero logre sostenerla en mis brazos a tiempo.

La levante y volví a recostarla en su cama, acaricié su rostro y volví a llamarla, “Alania amor, háblame estoy aquí a tu lado, vuelve a mí”.

Mi amada abrió sus hermosos ojos y su voz dijo las palabras que tanto necesitaba escuchar, “Hansen” me miro y se lanzó abrazándome y colocando sus brazos alrededor de mi cuello, la abrace con fuerza.

“Te amo, estas a salvo” le dije mirándole y mis labios encontraron los suyos, nos fundimos en un beso de amor, ella estaba de regreso, por un instante pensé que la había perdido.

“Mírame déjam