Hansen acariciaba mi mejilla, mientras me besaba y podía sentir las chispas de electricidad recorrer todo mi cuerpo, me deje llevar por sus caricias había extrañado esto a él.
Sus labios carnosos estaban sobre los mío y disfrutaba tanto que me besara, nos separamos para poder recuperar el aliento, el inclino su cabeza y su frente estaba junto a la mía.
“Hermosa vámonos necesito estar contigo, necesito hacerme mía no puedo esperar más, te amo demasiado y he esperado mucho tiempo para este momento”, me dijo con una voz de desesperación de necesidad.
Podía entenderlo lo sentía en su respiración y yo también lo quería lo necesita, asenté con mi cabeza en señal de que estaba de acuerdo.
Nos dirigimos a la mesa y nos despedimos de todos, “Alania y yo nos retiramos a la casa, ustedes puedes quedarse el tiempo que lo deseen “les dijo Hansen.
“¿Donde esta Sebastián y Elena?” les pregunte.
“Se despidieron hace un momento, justo después de que em