Micaila no salía de aquel trance, sí era verdad lo que había visto, sus padres le habían mentido a conveniencia, manipulado sus recuerdos, lanzado un hechizo para congelar el lazo y se sentía aún peor al recordar la frialdad con la que había tratado a Mateo que lamentablemente había quedado atrapado en medio de aquel embrollo y la única persona que estaba de su parte en toda la historia.

-¿Dónde está él?- pregunta estando aún convaleciente mientras pasea su mirada por toda la habitación de un lado a otro     

-¿él?- Emma estaba desconcertada por unos segundos pensó que su amiga se refería a Mateo, pero definitivamente no podía ser él o eso creía 

-¿Dónde está Mateo?- ratifica ella confirmando la idea que recién Emma había despedido de su cabeza, el cambio d