—Ya no quiero—lo empujo bajándome, yo puedo, se que puedo dominar a Dracco, solo debo ser un poco mas inteligente y manejar el deseo que siente por mí.
—¿Ya no quieres? —me toma del brazo.
—Ya no quiero, no haces nada por mi y solo quieres que deje todo por ti.
Me levanto organizando mi bikini, dándole una vista de mi cuerpo, lo hace, me observa agarrando su erección y es un pervertido de lo peor, pero le doy una muestra de mis nalgas cuando voy hacia el espejo que limpio con la mano para mirar y notar sus ojos puestos en mi cuerpo.
Me encanta que me mire y meto los dedos en el borde de la tanga subiéndolos un poco más, se levanta poniéndome a temblar, me siento pequeña a su lado y me quemo sola cuando su mano se posa en mi cintura.
—¿Crees que no hago nada por ti?
Juega con el borde del bikini con sus dedos.
—Solo me utiliz