Naiara
—Parece que van a caer en el anzuelo— me decía mi caballero.
No era el mejor de los planes y sin duda con más tiempo y más información podríamos hacer mucho más, pero el día del muy planificado evento de sacrificio se acercaba y teníamos que actuar lo antes posible.
Teníamos el beneficio de que sabíamos cuáles iban a ser los pasos de la gente de Sarassea y también de que estarían buscándome, inclusive estábamos seguros de que tendrían hombres completamente atentos, así yo estaba cerca, pues conocían mis planes y que yo iba a venir a la capital en algún momento.
Sabíamos que habían algunos soldados de Sarassea, que iba a hacer lo posible por encontrarme primero, inclusive arriesgándose a entrar en el bosque que sin duda deben haber evitado a toda costa.
Harían eso y más, con tal de tenerme primero y cobrar posiblemente la recompensa. Pavel debía ser un rey espantoso para sus propios soldados, como para que lo traicionaran tan fácilmente por un emperador extranjero.
Mi p