Alenna cumple su promesa de mantenerme a salvo, pero en cuanto llegamos a la habitación, arremete contra mí, con un simple "piensa rápido" y antes de darme cuenta, estoy siendo atacada por ella.
— Tienes entrenamiento — se queja, dándome tiempo de recuperarme y arrojando sus armas al suelo — demuéstralo.
— ¿Qué demonios? — pregunto, levantándome y poniéndome a la defensiva, es verdad, sé defensa personal y un par de técnicas militares... Pero esto es ridículo
— Ya viste el tipo de cosas que enfrenta mi hijo — dice, enviando un puñetazo en mi dirección, pero, aunque estoy bastante fuera de práctica, consigo evitar que me dé con fuerza en las costillas, y claro, en dos movimientos estoy de nuevo evitando estamparme contra el suelo. Pero la mujer es rápida, y solo juega conmigo, lo que me cabrea — Si quieres sobrevivir, tienes que pelear — insiste, antes de impulsarse y volver a atacarme. Estoy esquivando más que defendiéndome, pero por un segundo, rec