Al día siguiente del caótico nacimiento del heredero Hall y de la extraña polémica y nada rara pelea entre Benjamín y Alexis que terminó en risas, felicitaciones y abrazos; Los chicos por fin sentían sus cuerpos descansados y relajados. Ocho horas de sueño nunca se habían sentido tan bien.
Se encontraban en la sala tomando café y comiendo unos pastelillos que las chicas habían preparado juntas.
Aurore observaba disimuladamente a su amiga de cabello castaño y a su esposo. Luis estaba sentado en un sofá para dos mientras que —, que había ido a cambiar a Mi niño había estado sentada en un sofá para tres junto a ella y Benedict.
Sabía que tenía que hacer algo de una vez por todas.
Se sobresalto un poco cuando sintió un brazo de Benedict abrazarla por la cintura y sus labios susurrarle al oído.
¿Qué estas tramando?
Aurore, quien inconscientemente se había acostumbrado a sus caricias, no hizo nada por apartarlo. Entrecerró los ojos y tomó un sorbo de su café.
Ya te lo había dicho, usaré mi