Capítulo 28; Un padre asustado.
-Personalmente me siento muy agradecida- dijo Naiara- Shemir, por años ha querido a su alteza, así que no debo decir más que; si mi hijo es feliz, yo soy feliz y alabado sea Alá.
-Pienso igual que mi esposa- dijo Haimir- nuestro hijo es nuestro mayor orgullo, no hay nada que pidamos a Alá, más que él sea feliz y que nos otorgue larga vida y salud para disfrutar de su felicidad.
-Quiero aclarar que... me hace feliz que un buen hombre como Shemir, ame a mi pequeña, es solo que...- su voz se quebró- siempre será eso; mi pequeña.
-Lo entendemos, claramente, Alteza.
-En vista de los nuevos acontecimientos- dijo Isabella- y si el rey y la reina me lo permiten, me atreveré a sugerir que Naiara y Haimir, puedan ser trasladados a una de las habitaciones pertenecientes a alguna de las Alas, dedicada a los aposentos de la familia.
-Por supuesto- aseguró Nael, con una enorme sonrisa.
-No, son ustedes muy bondadosos pero, estamos bien donde estamos-Haimir miró a su esposa con ojos enormes.
-Por su