—Entra, Jhyn…—susurro y la veo con la intensión de refutar mi petición. — Hablaré con Caleb… A solas. —le digo con determinación y ella nos da una mirada preocupada, pero luego asiente lentamente y entra.
La veo entrar y en cuanto la puerta se cierra, me giro hacia Caleb.
Aquí voy.
—Amor, sé qué te parece que todo es incomprensible e ilógico pero la verdad es que… Que yo…—comienzo a decir sintiéndome muy nerviosa.
— ¿Por qué te trajo un hombre ayer y hoy también? ¿Una Hummer trabajando de taxi dos días seguidos?—pregunta sarcásticamente.
Por su expresión sé que está muy molesto.
Y por experiencia, sé que cuando está molesto no entiende de razones.
De ninguna forma en la tierra.
—Caleb, para q