Antonio y Mónica llevaron a su hijo al doctor, Eulogio iba manejando y en poco tiempo llegaron a la clínica, allí amablemente los estaba esperando el pediatra que veía a Benjamín
-Don Antonio también aproveché de pedir una hora a un doctor para usted, que no ha estado bien del estómago- le dijo Eulogio refiriéndose a esos días donde casi se intoxicó con alcohol y de verdad su estómago estaba resentido
-Tienes razón, voy a aprovechar de hacerme exámenes, mientras Mónica se queda con el bebé- dijo Antonio
Mónica fue directamente con el pediatra, mientras Eulogio acompañó a Antonio
-Buenas tardes don Antonio, alegría de verlo- le dijo el doctor
-Buenas tardes doctor-
Eulogio ya había hablado con Eulogio y sabía perfectamente lo que tenía que hacer, en pocos minutos termino su revisión y después de sacarse sangre, para sus análisis fue en busca de Mónica que estaba con el bebé
Antonio entró a la consulta y saludó al pediatra que era el mismo que veía a Benjamín
-Don Antonio buenas tardes,