Kaleb:
Miro el reloj, 6 de la mañana. Sylvana está perdida en el sueño, suspiro y trato de convencerme de que es verdad esta escena. Que en realidad estoy despertando al lado de la mujer más hermosa del mundo.
Me siento sorpresivamente tranquilo, beso su frente y suspiro.
En un par de horas estaré camino a Rusia, no quiero separarme de ella, menos ahora. Siento como se remueve entre mis brazos y balbucea algo que no logro entender. Mi móvil vibra y gruño, quisiera poder apagarlo.
—¿Qué?
—Una disculpa hermano, pero el vuelo se ha anticipado, debemos salir a las 8 de la mañana —maldigo entre dientes y Sylvana se despierta de golpe. Se remueve de un la