-Han logrado entrar, mi señor- dijo Haimir- es su primo quién los comanda.
-¡Alimaña ponzoñosa!- gruñó Zahir- ¡Sabandija del desierto, debimos haberlo matado hace mucho!
-Ha venido por sangre- dijo Zabdiel- por mi sangre, específicamente.
Zabdiel, estaba plenamente seguro de que así era. Esquizbel, había dejado claro su deseo de asesinarlo, así que había venido a cumplir con eso que anhelaba desde hacía mucho. Esperaba poder salir con vida de aquello y volver junto a su mujer y su hijo, no toleraría perderles. No toleraría no volver a verlos, no ver a su madre, a su pueblo. Necesitaba luchar por ellos.
-¡Vayamos!- dijo Zahir y todos comenzaron a correr.
-Necesitamos ir a la biblioteca por armas- aseguró Zabdiel, no podemos presentarnos así como si nada, desarmad