Y ella aún no había despertado.
—Triplica la seguridad, Matteo. Nadie entra ni sale del hospital sin que tú lo apruebes. Montserrat debe ser penada con todo el peso de la ley… esta vez no habrá misericordia.
La voz de Dante fue tajante, sin espacio para la negociación. Su mirada era fuego contenid