Dante estaba en la Sala privada, cuando Montserrat lo agarra del brazo.
— ¿En realidad es tu amante? — Su voz se escuchaba muy dulce ocultando el temor y los celos en ellos.
— Nos vamos a casar — Escuchar aquella afirmación logra que el suelo que Montserrat Carusso estaba pisando tiemble bajo sus