Aurora.

Esta mañana desde temprano tengo que soportar al sinvergüenza de mi prometido que pronto será ex prometido, después de estar escuchándolo hablar sin cesar de si mismo vamos a la cuidado donde entramos a una joyeria y se acta de poder comprarme todo lo que yo desee, tal ves la compra de la última ves no le fui suficiente pero para mi sorpresa ya tenía encargada un brazalete de rubíes que debo de admitir que es lindo.

-Quiero que mi esposa presuma delante de las personas lo buen marido que soy.

Rafael me mira con una sonrisa petulante y comienza a presumir, ya estoy cansada de estar escuchándolo.

-Si es muy lindo.

-Me encanta que te allá gustado, todo lo que quiera mi linda esposa de lo daré.

Salimos de la tienda y pienso en todo lo que e logrado en estas semanas y lo que me falta por hacer, escucho gritos de personas y al voltear a mi derecha miro un caballo que se a desbocado corriendo entre las personas y se dirige directamente a nosotros, Rafael grita como niña y tiene el atrevimiento de empujarme para salir corriendo, lo ase con tanta fuerza que me derriba al suelo callando de frente, el caballo se dirige directamente asía mi cuando siento que alguien toma del hombro y la cintura quitándome del camino, al ver a mi salvador me sorprende ver a Dante que me mira preocupado.

-Asta cuando piensas seguir rechazando mi ayuda, ya te lo e dicho puedes usar todo lo que yo tengo.

Siento como mi corazón golpea mi pecho con tanta fuerza que creo que se me saldrá en cualquier momento y no se si es por el caballo o por estar entre los brazos de este hombre pero debo de admitir que el me ayudado más de lo que esperaba.

-Le enviare una invitación a mi boda.

Dante se inclina asía mi con una sonrisa llena de sadisfaccion y me toma de la mano.

-Sera un placer asistir mi bella dama.

Escucho las quejas de Rafael que se acerca a nosotros con molestia, como se atreve después de que me dejo a mi suerte el muy cobarde pero Dante lo detiene en seco parándose frente a él que lo tiene que voltear a ver asía arriba.

-No debería de hablarle asía a la dama después de lo que acaba de pasar.

-¡ YO LA IBA A SALVAR !

Rafael pasa al lado de Dante y me toma de la mano para jalarme asía él, este imbécil a perdido la cabeza o esta ebrio, me suelto de su agarre y se da cuenta de que el valioso brazalete que me acaba de regalar ya no esta en mi muñeca y lo comienza a buscar desesperado en el suelo con la mirada asta que la encuentra en un charco de lodo, la recoje con enojo y la comienza a limpiar con desesperación, supongo que gasto mucho en esa cosa y tiene miedo de perderla.

-Disculpe señorita fue mi culpa que pudiera el brazalete permítame comprarle otro.

Una ligera sonrisa aparece en mis labios por el ofrecimiento de Dante que desaparece rápidamente cuando Rafael se acerca a nosotros de nuevo.

-No es necesario señor que le compre nada a mi novia yo le puedo comprar otra con facilidad.

Si como no, miro de reojo que Natan se le acerca a Dante con prisa.

-Disculpe que los moleste pero señor si no nos damos prisa llegaremos tarde a la reunión.

Dante me mira y me vuelve a tomar de la mano con galanteria y se inclina levemente.

-Con su permiso señorita.

Dante se inclina y me besa el dorso de la mano antes de irse dejando a Rafael muy molesto y a mi un poco avergonzada, Rafael se inclina a mi oído y me habla en un susurro.

-Podría acompañarte esta noche a tu casa y colarme a tu habitación.

Pero que se a creído este imbécil que soy tan fácil como Rebeca, lo miro con molestia y frialdad pero rápidamente cambio mis expresiones a una sonrisa y una mirada de lástima.

-Lo siento mucho mi señor pero todavía me duele mucho el hombro por el golpe que me diste.

Me despido de él y me doy media vuelta para irme a mi casa, prefiero mil veces morir que permitir que ese degenerado me ponga una mano encima.