Nicolás estaba visiblemente perturbado ante la noticia que acababa de recibir en su propio Palacio. Su mente estaba ocupada en cómo enfrentar las consecuencias de esta situación inesperada. Los guardias a su alrededor mostraban preocupación, buscando su liderazgo en este momento crítico. Nicolás se levantó con determinación, con una expresión seria e indescifrable en su rostro. A pesar de la incertidumbre, estaba decidido a tomar las riendas de la situación y afrontar lo que fuera necesario. Aunque no escuchó la pregunta de su guardia, su mente ya estaba maquinando cómo dar la noticia a los demás, especialmente a su esposa, y enfrentar las reacciones que vendrían.
_ ¿Le pregunté qué vamos a hacer ahora con el cuerpo mi lord?
_ Vamos a vernos con calma y adecuarnos al momento.
Imaginó la presencia de Dios frente a una muerte violenta e inútil. Sus instrucciones no podían ocultar la ira que le invadía ante semejante derramamiento de sangre inútil y posiblemente desastroso. Transportaron