― ¡Ya! ¡Deja de mirarme así!
―Lo siento, no puedo.
― ¡Caro que sí! Mira hacia los árboles o a la gente a nuestro alrededor.
―Es que tú eres mucho más bonita...
― ¡Marcus! ― Exclamó sonrojada.
―Quiero repetir lo de anoche.
Sonreí cuando gimió ocultando a cara entre sus manos.
El día anterior, habíamos finalizado clases y junto a un grupo de amigos habíamos ido a festejar a casa de un compañero (alcohol incluido) y como a eso de las once de la noche, habíamos regresado a mi casa con la intensión de bajarle un poco la borrachera a Olivia antes de que subiera a su habitación y su padre no la castigara.
La gran sorpresa que nos llevamos, fue encontrarnos con la casa vacía, pues mis padres habían decidido salir y dejarme una nota en la nevera.
Así que, regalándome una mirada seductora, Olivia se había dirigido a mi habitación, dejándome boquiabierto cuando se quitó la blusa antes de acostarse en mi cama.
―Bésa