Continuación...
—¿Qué quieres? — pregunté.
—Quiero que hablemos de lo nuestro.
—Tu y yo ya no tenemos nada, Sebastián. "Lo nuestro" lo destruiste tú mismo.
—Ally, yo tenia que pensar, ya lo pensé y no puedo estar sin ti, mi niña.
—A ver primero a mi no me digas "Mi niña" porque no te sale. Segundo, vete a cantarle tus labias a otra que si te las crea.
—Ally, por favor. Escúchame.
—No, ya escuchame tú. Me hiciste sentir mierda, me hiciste sufrir, me dañaste, me destruiste, me usaste a tu manera ¿Ahora? ¿Crees que con palabras boni