11. Con él

[MIA]

Al día siguiente: 

Amanecer con la yema de sus dedos acariciando mi espalda y con sus labios dejando suaves besos por mi piel es lo más perfecto que pueda existir en este mundo —buenos días. — le digo pasando mis brazos por encima de la almohada para dejarle saber que amo lo que está haciendo. 

—Buenos días mi amor. — dice y sus labios ahora besan el perfil de mi cuerpo haciendo que la calma desaparezca por completo. 

—¿Qué haces? — pregunto cuando de repente lo siento moverse en la cama y para mi sorpresa, se ubica encima de mí con sus rodillas apoyadas a cada lado de mi cuerpo. 

—Consentir a la mujer de mi vida. — responde y sus manos comienzan a masajear mi espalda de una manera tan perfecta que me comienza a relajar y provocar al mismo tiempo como solo él puede. —¿te gusta? — me pregunta inclinándose un poco hacia mí y de la nada siento sus labios besando mi piel.

—Como no tienes idea…— consigo responder y lentamente sus manos van viajando por mi cuerpo hasta llegar a puntos que me hacen perder la razón y todo empeora cuando su manera de consentirme, se convierte en un juego de esos que deberían ser prohibidos, pero que se sienten tan bien. La experiencia de su boca no tarda en unirse a la tortura que yo disfruto entre gemidos y si hay algo que Izan De Luca sabe hacer, es excitarme de maneras infinitas haciendo que me olvide hasta de mi nombre. 

Vuelve a subir por mi cuerpo y antes de que sea yo quien le suplique que me haga el amor de una maldita vez, uno de sus brazos me rodea a la altura de mis pechos y aun así acostada boca abajo, él aparta un poco mis piernas y entra en mi de una manera que me hace gritar su nombre a causa del increíble placer que inflige en mí. Sus movimientos son perfectos, sabe exactamente qué hacer para llevarme a sitios imposibles de imaginar y la manera que su otra mano toma mi rostro para que voltee un poco y así besarme mientras me hace suya, es dinamita pura. 

Él sabe perfectamente que puede hacer lo que quiera de mi… le confió mi vida entera a cada instante y en la cama somos dos aventureros que prueban lo que quieran cuando quieren, ambos sabemos que nos gusta y que no… y esta posición, definitivamente está dentro de los “sí.” 

—Te amo…— me dice agitado mientras sigue moviéndose en mi como si su vida dependiera de esto y me vuelve a besar.

—Yo a ti…— consigo decir y ahora soy yo quien con desesperación lo besa y al sentir mi cuerpo temblando de placer, muerdo su labio inferior sintiendo como él me abraza con más fuerza, pero no al punto de hacerme daño. Es tanto lo agitados y excitados que estamos, que nuestro juego toma ese punto salvaje donde hace que las palabras sobren entre los dos y solo nos dejemos llevar hasta que nos quedamos sin poder respirar normalmente a causa del increíble orgasmo que nos consume a los dos. 

Su cuerpo caer rendido sobre mí y para no hacerme daño, me hace girar junto a él abrazándome y me besa suavemente —¿te hice daño? — me pregunta bajito y niego con la cabeza mientras que mis brazos hacen que los suyos me abracen con más fuerza. 

—No, estoy más que bien. — respondo y a pesar de que está a mi espalda, sé que está sonriendo. 

—¿Tienes idea de cuánto te amo? — me dice bajito al oído.

—No más que yo a ti…— rebato y reímos. 

Estamos así en completo silencio escuchando solamente el sonido errante de nuestros corazones y nuestras respiraciones agitadas, cuando de repente el ruido de una alarma me toma por sorpresa. —¿Qué es eso? — pregunto asustada y ríe.

—Tranquila, fui yo quien puso la alarma… en una hora es mi reunión de negocios, no podre almorzar contigo, pero pedí un festín que vendrá en un rato para que tu almuerces aquí como una reina, ¿sí? — me explica y asiento.

—Está bien… gracias por ordenar mi almuerzo. — le agradezco. 

—Gracias a ti por ser mi mejor desayuno. — me dice divertido al oído haciéndome reír. —aunque no quiera debo ir a prepararme, ¿nos vemos más tarde? Recuerda que esta noche te tengo una sorpresa. — me advierte y asiento. 

—Ve tranquilo… yo me quedare un rato mas aquí. — 

—Está bien, pero no recibas al room service así que se morirán de un infarto. — bromea y me da un último beso entre risas antes de levantarse de la cama. 

Capítulos gratis disponibles en la App >

Capítulos relacionados