Pov Lea
Apenas cerré la puerta tras de mi, mi ritmo cardíaco empezó a regresar a su ritmo habitual, mentiría si dijera que ese beso de leandro no removió algo en mi, por que en verdad sus palabras me conmovieron, pero por un instante me contuve, no sabía exactamente qué pretendía, pero no estaba dispuesta a averiguarlo, ahora no. que tenia dos niños en quien pensar y si en esta ocasion me lastimaban de nuevo, ellos serían uno de los afectados.
—¡¡Mami!!
Dante se acerco a mi para abrazarme, pero debido a lo empapado de mi ropa tuve que apartarlo
—Hola cariño, estoy mojada
Tome sus dos manitas y me acerque a él para depositar un casto beso en la coronilla de su frente
—¿Y tú hermana?
Pregunte deshaciendome de mis zapatos para caminar al baño, tenia que tomar una ducha lo más rápido posible sino quería enfermarme.
—Está dormida
Dijo mi hijo suguiendome y sonrei satisfecha al saber que contaba con mi madre y que no estarían en mejor manos que en las de ella.
Lo siguiente que hice fue to