A la mañana siguiente Ashley ya se estaba despidiendo de sus amigas.
-Cuida mucho de Jos, Susan – le dijo a la enfermera mientras la abrasaba.-No te preocupes, yo cuidare de ella, está en buenas manos – respondió muy gentil.Ashley se soltó de Susan y fue a los brazos de Jos.-Te veré el próximo viernes.-Ya te empiezo a extrañar – dijo Jos abrazándola con fuerza. Amaba mucho a su amiga y para ella era muy difícil separase de Ashley.Ashley no tuvo de otra y tuvo que soltarla, la vio por última vez y salió del departamento. Benjamin ya la esperaba.-Buenos días, señorita Ashley – dijo él abriendo la puerta del coche.-Hola Benjamín, me alegra mucho verte – habló sin ánimos y entró en el coche.Todo el camino estuvo en silencio, su mente estaba en otro lugar. No sabía cómo su libertad se redució aún día a la semana. Se tatuó, se enfrentó a sus padres, luchó con todo aquel que quería lastimarla, entró a