-Acércate- le ordenó Dominic con voz grave.
Aidan negó con la cabeza y retrocedió
-No voy a hacerte nada, acércate- su voz sonó esta vez más flexible.
Pero él volvió a negar. Dominic no tuvo más remedio que hacerlo él. Se levantó de su asiento y caminó hacia su empleado que estaba ligeramente pálido.
-Presidente, el proyecto- Aidan intentó enfocarlo en el trabajo, acaso no era para eso que estaba aquí.
-Creo que me debes una explicación. Saliste de mi casa y ni siquiera me diste las gracias- su semblante estaba serio mientras se acercaba.