Sorprendente Matricidio.

Narra Taylor:Había pasado aproximadamente dos horas en el vuelo, donde solo pensaba en cuál iba a ser mi futuro de aquí en adelante. Tenía nervios por mí y por la criatura que venía en camino, pero sabía que había tomado la mejor decisión. Por fin estábamos en Chicago donde bajamos del avión amplio y elegante; donde fuimos bien atendidos por las azafatas y Mía quedó maravillada con esta experiencia; espero que Michi también quien se encontraba en la bodega sola acompañada de maletas y de pronto de otra mascota. Fuimos por las maletas y nos dirigimos hacia el hotel Central Loop, aunque no teníamos muchos recursos, debíamos mientras alquilamos un apartamento entre todos, era hora de iniciar de nuevo.Su vista exterior era maravillosa, un edificio amplio lleno de ventanas que parecían diamantes alrededo

Orden de retención.

Narra Taylor: Nuevo día, nueva vida. Intentaba meterme esa frase a la cabeza desde que llegué a Chicago, aunque mi corazón se sintiera arrugado por tener a miles de kilómetros a mi jefe, Armando. Pero sabía que él se encontraba casado porque nunca había salido un escándalo o alguna situación que lo negara y siendo alguien tan importante e influyente en el mundo no podía mantenerse en la oscuridad. Decidí ir con Mia a buscar un jardín para ella, mientras que Cristian estaba con Lily buscando trabajo. Paseamos por toda la maravillosa ciudad, mientras me imaginaba que a quien llevaba en mis manos era a mi pequeño hijo, pero en compañía de Armando. Odiaba haber tomado la decisión de irme y no decirle la verdad de frente, tal vez había una mínima posibilidad, aunque fuera insignificante que él hubiera botado todo por formar una familia con nosotros, aunque debía sacarme esos pensamientos de la cabeza porque Cristian est

Destinos separados.

Narra Armando: Iba directo hacia la cárcel acompañado del teniente, sentía impotencia porque sabía que esto tenía firma y letra donde no era justo que me incriminen en un asunto donde había sido la víctima y había perdido todo. Llegamos a la cárcel donde primero me metieron a una sala de audiencia, para hacerme unas pequeñas pero repugnantes preguntas. — ¿Armando Linshof? es un gusto conocerlo — Preguntó el fiscal, con una sonrisa de malicia. — Dígame, qué necesita saber — Respondí secamente mientras estaba sentado en esa silla plástica azul fría, odiaba estar en este sitio ¿en qué momento mi vida se había ido patas arriba? — ¿Por qué robó su propia empresa? ¿envidia o venganza

Un preso millonario.

Narra Taylor:No podía creer esto sobre Armando, primero salió la noticia del fracaso matrimonial que había tenido ¿acaso esto era lo que me estaba ocultando Lily? no entendía, según leía al interior el mismo fue el que decidió cancelar la boca ¿habrá sido culpa mía? porque me estaba sintiendo mal, por lo que estaba pasando además no solo eso sino que había sido inculpado en la estafa de su propia empresa y por eso había sido despedido como el presidente ¿acaso él mismo era capaz de robar su propia herencia? no entendía nada de lo que estaba sucediendo, pareciera que todo hubiera dado un giro de 180 grados lo cual me daba duro, porque no me gustaba verlo mal aunque con el montón de dinero que tenía sabía que pronto iba a salir de esto siendo inocente o culpable.

Vida de infarto.

Narra Taylor:Me sentía incomoda y angustiada estando cerca de Cristian, no quise contarle a Lily sobre el incidente porque no me creería; ya que tiene la misma imagen que tenía de él hasta que descubrí esta faceta, ¿tal vez por eso la madre de Mia no respondió? porque a la final solo se sabía la versión por su parte, más no la de ella quien lastimosamente no tenía ninguna información para buscarla, solo sabía que debía cuidar de Mia porque uno nunca sabía, me dolía pensar así de Cristian porque había caído como un avión inestable de punta al suelo después de estar en las nubes tanto tiempo, por él.Han pasado aproximadamente 15 días más, donde he estado bien en mi trabajo, siendo tratada amablemente y gracias a Dios no he sido insinuada o molestada por

Funeral en mi corazón.

Narra Armando: No podía creer como mi mundo se venía abajo de un momento a otro, primero pierdo a los dos amores de mi vida Taylor y la empresa; segundo me culpan de un delito que no cometí quedando en el suelo ante todo el mundo y tercero falleció mi padre, quien era mi inspiración a pesar de no tener la mejor relación paternal. En este momento, me encontraba escoltado por varios policías como un criminal, hacia el cementerio donde iban a enterrar a mi padre, donde solo pensaba en mi madre y que sería de la vida de ella, era una persona sensible y sabía que no iba a poder sola con todo y yo con la impotencia de estar encerrado, sin poder hacer nada. Además, no solo eso, sino que extrañamente mi padre había firmado un papel cediendo todos las acciones al padre de Julieta, donde siento que debe ser el culpable de su infarto. No podía creer lo que había hecho, menos mal el resto había quedado a nombre de mi madre o si no,

Sobreviviendo al peligro.

Narra Taylor: Fuimos a la cafetería de la esquina, donde decidí pedir el combo de chocolate con queso y almojábana mientras que, en el caso de él, pidió una aromática con una galleta. Iniciamos a hablar primero del trabajo, preguntas casuales de cómo me sentía, si estaba adecuado para mi o por el contrario tenía quejas o reclamos; haciéndome sentir rara con esas preguntas porque a la final él mandaba, así que si yo dijera que era la peor empresa del mundo si no quería cambiarlo, no lo iba a hacer. Después, hablamos sobre mi embarazo donde salió una sonrisa involuntaria de mi boca al recordar la ecografía, donde el me manifestó que sentía pesar al no haber podido experimentar su rol de padre haciéndome recordar a Armando porque yo le estaba quitando ese derecho, sin ningún pudor al igual que a mi hijo poder tener a su verdadero padre con él. — ¿Sabes? eres una mujer muy interesante,

Marcas y dolores.

Narra Taylor: — No tienen que explicarme nada, perdón por interrumpir — Manifesté mientras me tocaba mi barriguita de tres meses, sentía una opresión en mi corazón porque a pesar de que mi corazón era de Armando, no había ido a buscarlo ni en sus peores momentos. — Lo siento, pero tú me rechazas — Pronunció Cristian con su mirada apagada como si no le tuviera sentido a la vida ¿qué estaba pasando acaso? — Es tu culpa. — ¿Es mi culpa? perdón, pero estoy embarazada, no tengo porque tener relaciones sexuales por obligación — Confesé con rabia mientras mis ojos se cristalizaban _ Además podías revolcarte con quien quisieras ¿per