— Debo irme pronto, Michelle— dijo simplemente Sonja cuando habló con su jefa.
— ¿Pasó algo?
— Alguien que me importa mucho descubrió lo que hago.
— ¿Un novio?
— No he tenido, ni tengo ni pienso tener novio jamás. Debo dejarte, Michelle.
— Lo voy a lamentar, Sonja. Has sido un gran éxito aquí. Dime, ¿hiciste algo al respecto cuando te dije que ahorraras para tu futuro?
— Sí, estaremos bien. Tu consejo fue muy valioso, hice algunas inversiones y podré vivir bien. No soy asquerosamente rica, pero no nos faltará nada.
— Eres una chica inteligente. Muchos te van a extrañar por aquí, especialmente Arturo.
— Lo sé.
— Creo que está enamorado de ti.
— Eso no es amor y si lo fuera, no estoy interesada.
— Es muy rico, podría darte mucho más de lo pudieras necesitar.
— No lo necesito, gracias a tus enseñanzas.
— ¿Y cuándo piensas retirarte?
— Tan pronto cumpla con los compromisos que tienes acordados. Justo iba a pedirte que no me arregles más citas. Asistiré a los servicios que ya están fijados