P.O.V. Adrien Después de la sesión de fotos, cuando Abadí nos informó que era el final, una sensación de tristeza me invadió. No podré estar cerca de Eileen, al menos no como quisiera. Pero debo hacer todo lo posible por decirle la verdad. Que es ella quien realmente me importa y que romperé el compromiso con Citlali. Decidido, me vestí para ir al club y poder hablar con Eileen. Me puse unos vaqueros oscuros, arreglé mi cabello como de costumbre, me calcé las botas y terminé de remangar las mangas de mi camisa. Estaba listo para salir. Citlali mencionó que iría de compras; dice que no tiene un vestido apropiado para la ocasión. Sinceramente, no entiendo cómo, si ya tiene tanta ropa, sigue comprando más. Supongo que es uno de esos misterios de las mujeres. Además, no quiero discutir con ella, porque la verdad no importa lo que se ponga ya no provoca nada en mí. Como anoche se puso a fingir que gritaba y gemía según por la razón que yo no quise tocarla. Se molesto conmigo
P.O.V. Eileen No puedo crees que baile así de sensual con Adrien la verdad es que si estoy mal. Pero en mi interior mi cuerpo anhela estar pegado a él, tocarlo y besarlo. Pero mi mente me dice que él tiene su prometida y yo tengo el mío. En eso escucho que la puerta se abre y de inmediato veo que es Adrien el que acaba de entrar. —¿Qué haces aquí? —mi tono de voz es enojada por verlo aquí. —Tenemos que hablar —me dice y veo que cierra la puerta. —No hay nada de qué hablar Adrien —le digo enojada. —Si hay mucho de qué hablar específicamente de lo qué pasó entre nosotros —me dice. —Lo qué pasó entre nosotros solo fue un simple error que cometimos los dos —le digo. Pero a la vez siento algo de remordimiento porque sé que no es así. Veo cómo Adrien se acerca, con una mezcla de tristeza y enojo en su mirada. Se detiene frente a mí, y sin previo aviso, me toma y me sienta en el lavamanos. —Si todo esto fue un error, dímelo. Dime que todo lo que has sentido fue fingido, y q
P.O.V. Adrien —Si crees que con eso me asustarás o que es un obstáculo, déjame decirte que no me importa si tengo que sacar a todos tus empleados para entrar en tu empresa. Y si es necesario, derribaré la puerta de tu departamento para verte, tocarte, besarte y hacerte mía. ¿Y sabes por qué? —¿Por qué? —le pregunto. —Porque, aunque suene cursi, tú eres para mí, así como yo soy para ti. Eres la única que despierta esta pasión en mí, y yo soy el único que hace que gimes y llegues al clímax. Estoy decidido a hacerlo porque te amo y haría todo por ti. Sus palabras despiertan algo en mí, pero una voz interior me advierte que tenga cuidado y no crea en todo lo que dice. Veo que intenta acercarse para darme un beso, pero giro la cabeza para evitarlo. Él se aparta y me mira. —Si crees que te la dejaré fácil como a todas las que has tenido, estás equivocado. Si quieres azul celeste, que te cueste —le respondo. —Mmm… me encantan los retos. Así que espero que tu cuerpo resista lo s
P.O.V. Christian—¿Ves? Te lo dije, ellos tienen algo que ver —me dice Citlali mientras estoy sentado en el borde de la cama, completamente desnudo, sintiendo sus manos en mis hombros.—Entre tú y yo siempre ha habido algo —le respondo.—¿No te afecta que tu prometida esté con Adrien? —me pregunta.—La verdad es que no. Mientras no interfiera en mi objetivo final, no me importa si hay amor o no.—Veo que no cambias —dice, y yo me vuelvo para mirarla.—Tú tampoco cambias mucho. Sé que Adrien no es tu amor verdadero y que no estás enamorada de él.Escucho su risa cerca de mi oído y también sonrío.—Nos conocemos bastante bien.—Claro que te conozco, pequeña "zorrita". Sé que lo haces por tu padre, pero más que nada por ti misma.—Y yo sé que todo lo que haces es por ti.—Exactamente, y por eso me tiene sin cuidado lo que haga Eileen. Mientras ella siga conmigo, no me importa lo que tenga que hacer.—Pues a mí, mientras me quites a la "abre piernas" de tu prometida y pueda casarme con Ad
El agua caliente cae sobre mi piel, aliviando el cansancio. Cojo mi mini jabón y me lavo el cabello, luego el cuerpo. Me empiezo a sentir mejor cuando escucho pasos en el vestidor. Cierro la llave de la ducha, mi corazón late un poco más rápido mientras me pregunto quién está cerca.—Casandra, ¿puedes pasarme mi toalla, por favor? —grito para que me la alcance. La veo deslizar la toalla por encima de la puerta de cristal de la regadera. La tomo y empiezo a secarme el cabello, envolviendo mi cuerpo en la toalla antes de abrir la puerta.Camino hacia el banco donde dejé mi mochila. De repente, siento una mano en la parte descubierta de mi espalda.—¡Ya basta, Casandra! ¿Qué estás tramando? —digo mientras tomo la mano, notando la textura inusual. Al mirar, me doy cuenta de que no es Casandra, sino la mano de un hombre. El suelto rápidamente y me doy la vuelta, mis ojos se agrandan al ver a Adrien el chico mas atractivo de la escuela—. ¿Qué diablos estás haciendo aquí?Él me observa, sorp
P.O.V. AdrienEstamos en nuestro entrenamiento de fútbol americano. El entrenador nos exige demasiado y más a mí porque estoy por graduarme. Quiere que me esfuerce para poder entrar al equipo de la universidad.Llevamos una hora entrenando y estoy ya algo cansado. Pero me ayuda a mantener mi figura. Además de que es buena forma de desquitar mi estrés que causa Eileen.Me acerco a dónde está mi botella de agua. Me quito el casco. Comienzo a tomarle y en eso, volteo a ver hacia donde está la pista de atletismo, veo a las chicas que se paran para verme y saludarme.Para seguirles el juego, me echo agua en la cabeza. En eso mis amigos se acercan a mí. Notan que estoy mirando a las chicas y ellos las saludan y yo también. En eso veo que también está Eileen ahí. Se detiene, pero solo mira un poco y sigue con su trote.—¡Ja, ja, ja ves, te lo digo, amigo, a ella es a la única que no podrás convencer porque mira a las demás que hasta se olvidan de todo! —Damián no deja su sarcasmo.—Cuánto ap
P.O.V. EileenTraigo a mi pequeño Tom, mi gato, que me regalaron mis padres hace un año. Él es mi más fiel amigo, siempre me ayuda a aliviar el estrés y la rabia.Pero esta vez, lo necesito más que nunca. Solo recordar lo que pasó hace unos momentos me revuelve el estómago. “¿Cómo pudo hacerme esto?”Me paseo por la habitación con Tom en mis brazos, escuchando su ronroneo reconfortante. Me gusta ese sonido; es lo único que calma mi mente agitada. Lo coloco en el suelo y me acerco al escritorio, buscando consuelo en mi diario.Abro el cuaderno y escribo con mano temblorosa:“Hoy ha sido el colmo, todo por culpa del imbécil de Adrien.Tuvo el descaro de entrar en las regaderas de las mujeres y empezar a tocarme. Me sentí como una de sus meretrices. Lo que más me desconcierta es que mi mente se bloqueó en ese momento. No entiendo lo que me ocurrió.Sentía temor, pero una oleada de adrenalina recorrió mi cuerpo. Cuando colocó su pierna entre las mías, no sé cómo describirlo: fue una exper
P.O.V. AdrienTomo mi llave y abro el cajón donde guardo mi diario. Lo coloco en el escritorio y me siento, con el corazón palpitando. Tomo un lápiz y abro una nueva hoja.“Otro día, otra vez lidiando con Eileen. Pero hoy se pasó de la raya. ¿Cómo se atreve a darme una cachetada? Odio la desobediencia. Si fuera otra mujer, la tendría aquí en mis rodillas, castigándola sin piedad. Pero no puedo hacer eso.Aparte de eso, no entiendo qué me pasó. Cuando estábamos en el baño, hubo un momento en que perdí el control. No sé qué me ocurrió. Tal vez era porque hacía días que no me liberaba de esta tensión.Esa sensación fue rara, casi eléctrica, cuando toqué su piel. Pero lo que realmente me descontroló fue cuando estuve tan cerca de su cuello. Ese aroma, tan dulce y delicado, su respiración irregular; todo eso hizo que mi cuerpo reaccionara de una manera inesperada. Y ni hablar de cuando, por error, metí mi pierna entre las suyas. Sentí cómo todo se intensificaba.”No entiendo qué me pasó. E