-Lo pensare. –Le dije mirando a la nada
-Sofía!! –Me dijo Stefan
-Stefan, lo hare, pero el lunes, ahora solo quiero estar bien, ven vámonos abajo. –Me acerque a Él y comencé a empujarlo con la silla de ruedas, llame a un encargado de la seguridad, que me ayudara a bajarlo.
-Sofía, no es necesario, puedo solo.
-No, y como dice papa, no necesito un no por respuesta. –Él se iba a levantar cuando sintió dolor.
-AUCH!
-Stefan, te lo dije.
-Tienes razón.
-Siempre gano. –Dije con cara de orgullo, sin dudas lo había aprendido de papa.
Llegamos hasta la sala y nos sentamos a ver películas
- ¿Cuéntame que quieres ver?
-Preferiría las noticias, además ya sabes lo que paso anoche. –Me dijo Stefan mirando a la nada.
-Estas seguro? No quiero volver a recordad, incluso no sé, pero me da miedo.
-Sofía estoy seguro y tenemos que afrontar nuestros miedos, así que tranquila, me pondré muy bien para cuidarte, además estamos en deuda del carro.
-Ya te dije que el carro es mío.
-Jaja
-Rosita, puedes traern