La he perdido dos veces porque siempre confío en la persona incorrecta, ahora, he vuelto a cometer el mismo error por tercera vez y no se si ella me perdonara por todos los errores que no dejo de cometer, uno tras otro.

Ella me aleja con leve empujón, no me ve a los ojos, mantiene su cabeza gacha, no dice absolutamente nada y eso me intriga, intenta soltarse de mi agarre pero no me permito hacerlo.

—Supongo que significa que te diste cuenta de la verdad. —cuando levantó su vista sentí una punzada en mi pecho porque sus ojos ardían de dolor —De otra forma, seguirías pensando en mi como una cualquiera que buscaba al mejor postor ¿no es así?.

—Valeria… lo siento, en verdad, lo lamento tanto. —estaba siendo sincero, en verdad. —No sabes lo mucho que me estuve torturando a mi mismo desde que vi el maldito video…

—No me impota lo que pienses ahora. &m