—Una chica tan hermosa no debería estar sola.

Una voz masculina la hace reaccionar, ladea una sonrisa antes de darle un sorbo a su Martini, intenta fingir que no le interesa mantener una conversación con él ya que siempre la ha funcionado para ligar con tipos que solo buscan sexo

—Bueno, no cualquiera puede con una chica de mi clase. —sonríe descocada.

—Eso tal vez no aplique conmigo. —se sorprende de la seguridad del tipo —Porque no hay ninguna mujer… que no haya regresado a mí, buscando más de lo que le di.

—¿Así? Y ¿Qué te hace creer que pasará eso conmigo? Porque hasta ahora, solo he visto tu tonto intento seducción que me parece patético.

—¿Y crees que estaba seduciéndote?

—Sabes la respuesta. —los ojos oscuros de aquel hombre logran penetrar la seguridad de Valeria y mas cuando sonríe perfectamente. —Me tengo que ir.

—¿Estas huyendo de mí?

—Por supuesto que no. —se burla ella por su comentario.

—Claro que sí.

—Piensa lo que quieras. —al darle la espalda comienza a alejarse de él pero cuando abrió la puerta trasera, sintió que una mano enorme la tomó de su brazo, la puerta se cierra y ella no sale de su sorpresa cuando ve al mismo sujeto de la barra. —¿No me digas que te has enamorado de mi?

—¿Quieres tomar algo?, yo invito.

La pelinegra lo empuja sutilmente y sonríe satisfecha. —Ok, pero, me tienes que decir más sobre ti.

—No hay mucho que pueda ser interesante para ti.

A Valeria le pareció interesante aquel hombre de porte elegante y sexy, pero al mismo tiempo misterioso sombrío. Desde que descubrió su lado explosivo y rebelde, no ha dejado de seducir a hombres que le parecen un buen partido.

—Eso, se puede arreglar… —las largas uñas de Valeria se deslizan lentamente de arriba abajo por el brazo del hombre haciendo que sonriera de una forma tan seductora que la hizo ansiar en llevar la conversación a otro lugar. —¿Qué dices?

Valeria no podía creer que la prueba había salido positiva, estaba embarazada de un desconocido que se esfumo, era como si todo hubiese sido un sueño esa noche que paso con el tipo que ni siquiera le dijo su nombre.

—¡Mierda, m****a…!

Un bebe es lo menos que esperaba, además no entendía como fue que paso si ella recuerda claramente cuando su aventura de una noche se colocó el condón, “¿Cómo me pasan estas cosas a mi”?. Un miedo enorme creció dentro de ella porque no puede ser madre, pero tampoco iba optar por la idea de abortar ya que estaba en contra de eso. Perdida y sin saber que hacer sale a caminar mientras piensa en una solución. Entre ellas, dar a luz al bebe y dejarlo con su padre, el problema es que no tiene la menor idea de quien es aquel hombre con quien se acostó hace un mes.

Tenía cinco meses sola, ahora un bebe esta dentro de ella y no tiene idea de que decisión tomar. Estoy desempleada y hasta ahora he sobrevivido con los ahorros y con el dinero que seria para mi boda con James.

“estaré en quiebra si traigo al mundo a este bebe, claro, si es que no me mata la enfermedad antes”

—¿Disculpa, puedo sentarme?

—Si, claro. —arrastra las palabras, al ver al ver al anciano que se encuentra a su lado lo sorprende viéndola fijamente. —¿Pasa algo?.

—Pareces angustiada.

“angustiada se queda corto para describir lo que siento ahora mismo”

—También estoy preocupado….

Ella se sorprendió que el señor le contara todo lo que estaba sucediendo, en resumen. Su hijo se quiere casar con una chica que ellos no aprueban ya que, según él, es una vividora y prefiere mil veces que se case con una extraña que con ella. Después de terminar de hablar, todo permanece en silencio a su alrededor.

—Dime algo, ¿si te dijera que te daré una fuerte suma de dinero, tomarías el lugar de esa mujer el día de la boda? —Valeria se burla al creer que le esta tomando el pelo —Hablo enserio.

—¿Qué? .... —dijo descolocada. —Perdón señor, pero yo…

—No se que es lo que esta pasándote, pero estoy seguro que tiene que ver con el dinero, yo te lo doy, a cambio que ocupes el lugar de esa mujer el día de su boda con mi hijo.

“¿tan desesperado esta para que su hijo no se case con esa chica de la que habló?”

—Lo siento señor… pero no puedo…

—Te daré la suma que quieras. Solo di que sí.

Sus palabras la hicieron pensar mejor las cosas ya que si en verdad el estaba hablando enserio, podría pedirle lo suficiente para la operación y salvar su vida, al mismo tiempo podría salvar a ese bebe. Pero quería saber quien era él, así, asegurarse de que no la estaban viendo la cara pero cuando dice su apellido comenzó a carcajearse porque era imposible que alguien tan importante anduviera sin protección por las calles de Phoenix.

—Busca mi foto en internet si dudas.

—Por supuesto que… —guarda silencio al ver la fotografía.

—Entonces... ¿tenemos un trato?.

La música nupcial comenzó a escucharse con tal fuerza que podía oírse afuera de la iglesia.

“¿Qué diablos estoy haciendo aquí?”

Las manos de Valeria comenzaron a sudar a causa del remordimiento que sentía ya que su mente le dictaba que estaba destruyendo una relación por dinero. El velo cubre su rostro por lo que no podía ver la cara del que estaba por tomarla como esposa, la toma de su mano y le susurra cerca de su oído que se veía hermosa haciendo que la culpa la consuma y mas cuando la toma de su mano.

En el momento de aceptar Valeria responde con un movimiento de cabeza, y después de aceptar comenzó a retractarse de su decisión, así que decidida a huir escucho al padre decir que podía besar a la novia haciendo que su miedo llegara a mil cuando vio sus intenciones de quitarle el velo.

—¿Qué pasa?... —cuestiona, pero ella no responde y cuando al fin hablo fue en el momento en que su cara se encontró con la misma del tipo que se acostó con ella y la dejó embarazada. —¿¡Que demonios es esto?!

Valeria estaba en shock al igual que el, ella no podía creer que durmió con Apolo Wolff, el único hijo de un Michael Wolff. Y ahora estaba esperando un hijo suyo y el no lo sabe.

—¡¿Quién demonios eres tú?

Sus palabras la dejaron sin aliento.

—¿Qué?