Ximena
—Debes evitar hacer fuerza, —me dice la doctora después de que salen los resultados del bebé, miro a Nathan el cual tiene su rostro serio y en ningún momento me mira.
—Yo me encargare de que no haga fuerza, —responde este por mí.
—Bien. —Es lo último que dice la doctora. Salimos del consultorio y Nathan camina a varios pasos alejados de mí, suspiro y decido quedarme callada hasta que lleguemos a la casa.
Cuando estamos en el estacionamiento Nathan me abre la puerta del copiloto, entro y el cierra la puerta para luego ir al lado del piloto, me coloco el cinturón de seguridad y Nathan pone el auto en marcha.
(...)
Duramos unos 38 minutos para llegar a la casa, Nathan desde que llego se encerró en el gimnasio y yo decidí subir a la habitación a recostarme un rato mientras que Fabiola está en su habitació