III

Por un momento el mundo se detiene y me quedo paralizado, no sé qué hacer, que decir, ni siquiera como actuar.

Pero las palabras de ella me sacaron de la realidad

-Disculpa – hablo aquella chica

Las palabras no salen de mi boca, aunque yo quisiera hablar, de nuevo, mi cuerpo se queda paralizado, los movimientos no me llegan y tengo miedo de tener un colapso, el nudo en la garganta es tan grande, que no puedo pronunciar absolutamente nada.

Aquella chica comienza a tener una cara de preocupación, pero siendo honestos, creo necesitar una ambulancia

 Miro a todos los lados, esperando tal vez una respuesta, el destino a veces es una gran trampa, más cuando no entiendes o encuentras una explicación de porqué pasan las cosas.

A lo lejos, la figura de Logan aparece entre los arbustos, él era mi salvación, sin duda necesitaba saber que esto no fuera una alucinación o algún invento de mi cabeza.

Si, eso era, era un gran invento de mi cabeza, una alucinación por la falta que me haces, eso era, una gran trampa de mi subconsciente,

Pero aquella opción cambia, cuando ella no desaparece, cuando ella sigue ahí, y veo poco a poco de nuevo a aquella chica.

Logan va llegando, y yo no puedo hablar.

La cara de Logan cambia, cuando mira la mía.

- Kendall ¿te encuentras bien? – dice Logan corriendo hacia mi

Yo sigo sin poder pronunciar alguna palabra, y lo único que alcanzo a hacer es alzar un dedo hacia la dirección de aquella extraña.

Logan confundido volteo hacia donde había señalado, y vi como su cara poco a poco se volvía similar como la mía.

El quedo un momento en trance, lo cual puso más nerviosa a aquella extraña.

- ¿Quieren que llame a una ambulancia? – dijo ella preocupada

- No – dijo Logan

Logan me miro y después con algo de temor pregunto

- ¿Jocelyn?

Aquella extraña lo miro con el ceño fruncido

- Disculpa, pero me confundes con otra persona - dijo la chica - Soy Andrea- dijo extendiendo la mano - mucho gusto.

Los dos nos miramos, sorprendidos, y las lágrimas estaban a punto de salir de mis ojos.

No podía creerlo, era...

Era igual a ti, eran tan iguales, solo que...

Tú eras rubia y con muchos rulos, sin en cambio, ella era pelirroja oscura, y su cabello era tan simple, lacio.

Aquel cabello lacio pelirrojo, no se comparaba con esos rulos rubios, que tanto te caracterizaban.

Tú color de piel era blanco como la nieve, amaba tu color pálido, mas sin en cambio, ella era de tez apiñonada, ya que se le veía un poco más de color a ella.

Pero en los aspectos faciales, los labios eran delgados color rojo, sus ojos color café oscuro grandes, con aquellas pestañas tan largas, sus pómulos delgados eran algo tan hermosos.

En contorno de cuerpo, era tan semejantes, ambas con un cuerpo que hacía a las demás envidiar aquel cuerpo voluptuoso.

-Disculpen ¿están bien? - dijo ella con cierta preocupación.

No me había dado cuenta acerca de que Logan y yo nos habíamos quedado callados, supongo yo, ambos pensábamos acerca de las similitudes entre tu y aquella extraña de nombre Andrea. 

La voz de aquella chica era más gruesa que la tuya, aunque muy en el fondo, tenía un toque de tu dulce voz.

Estaba buscando una jodida explicación, acerca de como era posible que dos personas fueran tan iguales.

Tal vez eran gemelas separadas al nacer…

- Si, una disculpa – hablo Logan - solo que te nos hiciste familiar a alguien - dijo Logan pegándome en el estómago.

Sentí su golpe, pero me quede paralizado, y, después de unos minutos pregunte

- ¿Eres familiar de Joselyn García? - preguntó con esperanza o, ¿Conoces a Jocelyn García? – la esperanza no abandonaba mi mente, tal vez era alguna prima lejana

Logan interrumpe mi pregunta, ya que él sabía lo que me estaba afectando todo esto

- Ignóralo amiga, es...

- No, descuida - dijo interrumpiendo a Logan – no la conozco, lo lamento, aunque su nombre suena muy bonito… Jocelyn - pensó un momento - ¿Es tu novia?

Aquella pregunta, de tan solo 3 palabras, hace que me quiebre rápido, sin duda esa pregunta siempre hace que todo mi corazón se vuelva a hacer pedazos en tan solo poco tiempo.

No puedo ocultar aquel sentimiento, y siento las lágrimas salir de mis ojos, siento como las lágrimas hacen una carrera y salen bastante.

Mis mejillas están húmedas y mi cabeza está mirando hacia abajo, sentimientos inundan mi cuerpo, estaba tan perdido en estos pensamientos de derrota, hasta que siento un abrazo.

Correspondo a aquel abrazo, aunque no supiera de quien fuera.

Medford, Oregón

Donahue Frohnmayer Park

Andrea Evans

Aquella mirada de perdida, hace que mi corazón se partiera, a nadie le gusta ver como una persona sufre.

Sin duda aquel chico estaba sufriendo, se podía notar en todo su semblante, y el otro chico que la acompañaba lo miraba con un poco de lastima, negando acerca de la situación de su amigo.

Lo vi cómo se rompía poco a poco, sin duda era una escena trágica, miré al rubio llorando

-Disculpa – hablo el castaño – no es un tema fácil.

Mire al castaño sonriendo de lado.

Sentí la necesidad de ayudarlo, era algo que me llamaba, e hice lo único que podía haber hecho, le di un abrazo, que, aunque tardo en corresponder, sé que es una de las mejores curas.

Creo que fui muy imprudente al hablarle de la chica, a lo mejor es su ex novia, o alguna chica que quisiera olvidar.

 Andrea, tú y tu boca larga. No te podías quedar callada unos instantes.

El castaño que lo acompañaba, hablo diciéndole al rubio que debían irse, que ya era hora, pero el chico rubio no me soltaba, y por lo que veía, no tenía intenciones de soltarme.

El castaño comenzó a jalarlo, más sin en cambio, el rubio se sostuvo de pie, se veía que no aplicaba ninguna fuerza, solo la de su abrazo.

Me sentí un poco incomoda, pero no lo di a notar, mire el árbol para asegurarme de que mis libros estuvieran bien, y mire el corazón tallado en el árbol con los nombres: Kendall & Joselyn.

Sentía que todo encajaba perfectamente en toda esta historia.

Entonces capte... Era el, el chico que perdió a su novia.

Recordé acerca de lo que los señores Jonhson me contaron, aquella historia de aquel chico que me abrazaba, se conocían de toda la vida, se hicieron novios, estaban comprometidos y unos días antes del gran día, ella tiene un accidente, donde muere ella y también su bebe.

Lo mire, la pena y la vergüenza me llenaba la cara.

Si tan solo me hubiera quedado callada.

Era triste ver que una persona sufría, más porque, su dolor se sentía real, se sentía tan amargo, sin duda después de ella el cambio.

-lo lamento - dije en un susurro

- No te preocupes - dijo el chico que acompañaba a Kendall - es un poco sensible, y le recordaste a alguien importante en su vida.

Sonreí cuando aquel castaño me sonrió, pero sabia que en el fondo él también se sentía incómodo.

- ¿Tu eres Kendall, ¿verdad? - dije sonriendo mientras nos separábamos un poco

Me miro desconcertado, y tenía miedo de equivocarme.

- ¿Como sabes mi nombre? - dijo mirándome a los ojos

No quería decir que sentía una curiosidad por hablarle cuando lo vi en el parque, mas cuando siempre lo veía solo, y que por eso les pregunte a los señores Jonhson.

-Conocí de ti con los señores Jonhson – me limite a decir

El solo me miro y sonrió un poco, no quería que se enterara de nada  

- ¿Quieres tomar un café? - dijo el metiendo las manos a sus bolsillos  

- No creo, - le dije - te acabo de conocer y...

- Por favor - interrumpió 

Mire al chico que lo acompañaba mientras sonreía.

-Tranquila somos inofensivos - rio un poco a lo cual yo también rei.

-Bueno - dije parándome y yendo por todos mis libros.

El reía mientras me veía 

- ¿Llevaras todo eso? - dijo Kendall

- ¿Quieres que valla, o no? - dije alzando una ceja

- Llévate todo - dijo Kendall

-Te ayudo - dijo su amigo, mientras recogíamos los libros.

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