CAPITULO 3

CAMINO HACIA EL TERROR

ALESSIA

-¡ALESSIA! – Grita Nelson desde afuera – ¡ABREME LA PUTA PUERTA!

Vuelve a golpear fuerte la puerta como si de eso dependiera su vida "la va a botar" tomo la perilla adoptando una cara seria, abro la puerta y...

-¡Así te quería encontrar hija de puta! —  me grita Nelson empujándome al entrar.

Viene hecho una fiera, me muerdo la lengua procurando no explotar en carcajadas o aquí mismo me mata.

-Adelante — le digo — estás en tu casa ¿quieres agua? — le pregunto tratando de jugar con su poca paz.

-¡No te hagas la pendeja! Sabes porque estoy aquí — Quiero reírme de esto ¿vino a matarme? si, a eso vino, aunque yo no hice mayor cosa, quiero reírme de la expresión que tiene ahora mismo en la cara pero no, no lo are hasta que se vaya.

Isabel sale de la cocina seguida de Nicolás y ambos se quedan quietos pero Isabel con una expresión de indiferencia en su rostro, carraspea y cuando pienso que se dará la vuelta para regresar a la cocina habla.

-Nelson — lo saluda como si nada — ¿qué te trae por acá? — le pregunta.

-¿Tu qué haces aquí? – le pregunta a Nicolás ignorando a mi amiga.

-Que te importa – le contesta el.

El hombre se queda quieto con la vista fija en mi amiga, resopla y voltea a verme.

-Hay por favor, no se hagan los pendejos ustedes saben a qué vine — me señala — se lo que hiciste conmigo en el club anoche ¿te parece gracioso jugar conmigo así?

-¿Yo? — pregunto haciéndome la desentendida arrugando mis cejas — no sé de qué me hablas yo me fui con ellos temprano del club — señalo a las dos personas que están paradas como estatuas — le dolía la cabeza a Isabel y decidimos irnos.

-Si claro, no me quieras ver la cara de estúpido porque no lo soy — me reclama — se perfectamente que fueron ustedes los que me dejaron en los baños tirado con las manos atadas y los ojos vendados, ¡estaba inconsciente! — Me grita y veo un leve brillo en sus ojos — me desperté y grite como pude — la voz empieza a vibrarle nerviosa — empecé a gritar como loco y  llegaron a ayudarme, me quitaron la venda y casi me da un paro cardiaco cuando… cuando me vi ahí y estaba rojo, pensé que en serio no la tenía y empecé… a gritar como loco, uno de ellos me quitó la manta y vi su rostro de preocupación transformándose en uno de burla, me levantó y me dijo que estaba bien, que aún conservaba mi pene y que al parecer solo había sido parte de una broma, ¿sabes lo que se siente pasar por un susto así? – niego.

Creo que esta vez Isabel sí se pasó, bueno no, de hecho los tres nos pasamos, no tengo palabra que decir, nunca pensé que el lloraría con una broma así, pero claro cómo no, si pensó que no tenía su aparato reproductor.

Lo observo en silencio y logro ver ese brillo en sus ojos que da a entender que quiere llorar, desvió la vista hacia mi amiga que no se ha movido de donde está y noto que tiene la misma expresión que yo, estamos pensando en lo mismo, asiente y vuelvo la vista a Nelson que tiene la cabeza gacha.

-Oye — hablo — perdonados, no queríamos hacerte pasar por esto pero...

-Escucha, fue idea mía — me interrumpe Isabel — yo soy muy rencorosa, y solo quería vengarme de ti por ser un imbécil conmigo — le dice y este levanta la vista en su dirección.

-¿Cómo? — pregunta arrugando las cejas.

-Si — Isabel camina en su dirección posándose frente a él — teníamos una extraña relación yo te quería, pero tuviste el valor de cogerte a otra, porque si, te vi en los baños de mujeres follando con Katrina encima tuyo.

La cara de vergüenza de Nelson se hace notar enseguida, pasa saliva y suspira.

-Creo que el que te debe una disculpa soy yo — dice — fue mi culpa engañarte así, yo también te quería… te quiero y bueno… — se pasa las manos por el rostro — Katrina me estaba seduciendo con esa blusa roja de escote profundo y no soporte la punzada que provoco en mi miembro y...y bueno ya sabes — se calla.

-Entonces creo que estamos a mano ¿no? — Hablo — venga, discúlpanos y seamos amigos otra vez ¿qué dices? — le sonrío.

Asiente, nos damos un pequeño abrazo, incluyendo a Nicolás y mi amiga le susurra un "te perdono" en el oído a Nelson, creo que ella entendió que no eran el uno para el otro, el abrazo queda a medias y pasa a segundo plano cuando el teléfono de Nicolás suena con una llamada y se aparta para contestar.

-Isabel… en serio perdóname – Nelson suspira – de verdad que no fue mi intención engañarte así y bueno… yo…

-Emmm... ¿paso algo? — le pregunto a Nicolás cuando se acerca con cara de pocos amigos.

-Vayan a cambiarse, Rolando nos necesita — nos dice.

-Pero es fin de semana y no trabajamos – Isabel hace un puchero – teníamos el día libre y con Alessia quedamos en ir a la playa – se queja y yo niego.

-Déjalo, podemos ir otro día – le aseguro y asiente caminando hacia su apartamento.

Nelson se va a la cocina y Nicolás se queda de pie frente a mí en silencio reparándome, paso por su lado directo a mi habitación pero me detengo cuando me rodea el brazo con su mano y mis nervios empiezan a afectarme.

-Voy a cambiarme – me apresuro a decirle – hablamos después

-Solo, escucha… no sé qué halla pasado a noche entre nosotros pero…

-No pasó nada – concluyo y me suelto de su agarre – ya vuelvo y podremos irnos.

Asiente sin decir nada y da un respiro hondo, no quiero hablar de cómo desperté esta mañana desnuda y con él en la cama, bebimos demasiado a noche y no fuimos capaces de medir las cosas y no lo culpo porque también tuve que ver aunque no recordemos nada.

Me zafo de su agarre y camino directo a mi habitación y me voy a mi closet por un pantalón de mezclillas gris, una blusa formal blanca y unos botines negros, me hago una coleta alta y un maquillaje ligero, me coloco un poco de perfume, agarro mi bolso con mi identificación y mi teléfono, salgo de mi habitación y me quedo quieta cuando los recuerdos se apoderan de mi mente <Licor, Nicolás, Besos calientes, Mi cama, Ambos desnudos, el encima mío y yo suplicando por mas>. Me paso las manos por el rostro y respiro hondo “m****a”.

Sigo caminando y salimos los tres de mi apartamento topándonos con Isabel en el pequeño pasillo. Abordamos el ascensor los cinco y bajamos sin decir nada, el ambiente se siente un poco incómodo y hago uso de todo mi autocontrol para no salir corriendo, abordamos el auto de Nelson que se ofrece a llevarnos y dejamos que conduzca a través de las calles mojadas de parís.

Llegamos treinta minutos después y Rolando – el jefe superior – ya nos está esperando en la entrada del edificio, nos informa que la policía y bomberos ya nos esperan a las orillas del río Ródano para proceder con la investigación y el levantamiento de dos cuerpos. Abordamos la mini camioneta blanca del MP que lleva adentro nuestros implementos que utilizamos en cada caso de investigación, implementos técnicos para localización y búsqueda de indicios, los implementos usados en la investigación, los elementos básicos y los implementos de levantamiento y embalaje de indicios, cada cosa en su respectivo lugar.

Nos dirigimos al Ródano un río nacido en los Alpes Suizos y que fluye a través de la región sureste de Francia y pasa cerca de la pequeña ciudad de Marsella por ese motivo solo nos tomará unos minutos en llegar.

Llegamos a la escena de los hechos y antes de bajar me preparo, me pongo la bata, una mascarilla, guantes de látex, tomo mi libreta y mi bolígrafo mientras camino con mis compañeros. Nelson trae la cámara y una caja pequeña para levantar los indicios que se encuentren, Isabel trae otra caja con más implementos que nos ayudaran a buscar muestras y tomarlas para que nos faciliten con la investigación.

Llegamos a donde está el primer cuerpo y el área ya está rodeada con la cinta amarilla prohibiéndole el paso a más personas, uno de los policías nos permite pasar para empezar con nuestro trabajo dejándonos ver la escena sangrienta que nos da una tétrica visión.

El cuerpo está rodeado de un gran charco de sangre y la cabeza está a un metro del cuerpo ensangrentado, los brazos los tiene cortados mientras que en el estómago se le forma una pequeña montaña de órganos internos.

-Esto es asqueroso y horrible – masculla Isabel con la vista fija en el cuerpo – es como una de esas escenas de terror.

-Creen que existan los caníbales de camino hacia el terror – dice Nelson posándose a la par mía – o creen que este vivo Leatherface.

-No digas idioteces – le respondo – ponte a trabajar y deja tus malos chistes para después.

Sonríe y camina hacia el cuerpo tomándole fotos. Mientras Isabel y yo caminamos hacia donde está el otro.

El segundo cuerpo está a tres metros del primero este esta carbonizado completamente y en la parte del pecho le hace falta parte del tronco torácico que es donde el fuego al parecer actuó durante más tiempo.

Las escenas son  tétricas y Nelson tiene razón, son como una de esas escenas macabras de la película camino hacia el terror o masacre en Texas, claro que esas escenas son ficción, esta es la vida real y las escenas que tengo de frente son reales.

-Joder – musita Isabel otra vez – ¿pero qué diablos?

No le respondo y me alejo, durante mis años de labor he visto todo tipo de muertes pero estas son muy fuertes, le hago una señal a mis colegas para que empiecen con la búsqueda y localización de cada indicio. Nelson y su grupo recolectan todo tipo de objetos que estén fuera de lugar, mientras Isabel y una Nicolás se encargan de tomar nota y relatar los hechos en una libreta y yo me encargo con mi grupo de recolectar pequeñas pruebas de sangre, cabello, documentos o pertenencias de las víctimas.

–Lamentable muerte ¿verdad? — Se me acerca Nelson — una muerte dolorosa para ambos.

–Sí, pero me pregunto, ¿quién coño tiene un corazón tan podrido para realizar este tipo de asesinatos? — le digo mientras caminamos de  regreso al primer cuerpo.

–Espera — se agacha a recoger algo —mira esto — me entrega un  anillo de plata con una calavera grabada y lleno de sangre  — lo llevaré, hay que estudiarlo tal vez sea una prueba de todo esto, pero este anillo esta genial.

-He visto uno de estos antes – recuerdo el que le di a Nicolás – creo que el que los mato es el mismo que asesino a Mario Dubois.

-¿Ese no es el famoso cabecilla de un clan de mafiosos? – pregunta Nelson y asiento.

- Supongo que es el mismo, aguarda muy bien este anillo — le digo — servirá y así sabremos quién carajos fue capaz de hacer esto o por lo menos encontrar el ¿por qué? de la muerte de estos hombres — le entrego el anillo.

–Claro que si — me dice — lo estudiare bien, con tu permiso seguiré buscando más pistas.

-No te olvides de tomar fotos — le digo, asiente y se va.

Continúo con mi labor, me alejo un poco más de la escena del crimen y  busco huellas, pistas o marcas de algo que me lleven a algún tipo de información, continúo y encuentro cinco balas 9 mm a unos cuantos metros del segundo cadáver, las aguardo en una bolsa plástica pequeña y sigo con la labor mientras que los demás están terminando con otras cosas.

-Procedan a levantar el cuerpo – ordeno – llévenlo a la morgue que hagan los estudios correspondientes.

Después de 3 horas buscando y analizando nuestro trabajo pedimos que levanten los cuerpos y los lleven a la morgue donde Katrina espera para encargarse de lo demás.

–Nos vamos — informa Nicolás — tenemos que empezar con la investigación y hacer el informe.

Todos asienten y abordamos la camioneta blanca de regreso al edificio. Llegamos después de unos minutos al centro y cada quien se dirige con su grupo a realizar las investigaciones correspondientes para luego pasarme la información recolectada y obtenida y poder redactar el informe investigativo que me corresponde.

–Alessia, espera no huyas — me detiene Nicolás en el pasillo que lleva a mi oficina — te quiero preguntar algo ¿puedo? — me dice con una sonrisa en su rostro.

-Claro — le sonrió — ¿pasa algo?

-No, bueno solo... — clava la mirada en el suelo — quiero invitarte a cenar esta noche ¿aceptas? — me toma de las manos.

Paso saliva, fácilmente puedo decir que no, porque no quiero recordar que amaneció en mi cama pero es tan lindo que se me hace difícil rechazarlo.

-Está bien — le dedico una sonrisa — pero no me hagas elegir el lugar ¿vale?

Sonríe

-De acuerdo, yo elijo el lugar — me guiña el ojo — ponte guapa y elegante hoy, el lugar al que te llevaré te va a encantar  — me da un beso en la mejilla cuando asiento y luego se va.

Respiro hondo, llevo años soltera que ahora salir con alguien por una simple cena se me hace incomodo, pero se me hizo difícil decirle que no, Nicolás es muy guapo y galán, sus ojos transmiten muchas cosas que me hacen sentir paz y ha sido muy bueno conmigo desde el primer día que entre a trabajar en este centro de investigación.

Sigo con mi camino y me desvío a la oficina de Isabel, entro sin tocar y levanta la vista hacia mí cuando me paro frente a ella, respiro profundo y...

-Nicolás me invito a cenar esta noche — le suelto y se levanta de golpe.

-¡Aaaaaaaahhhhhhhh! — Grita como loca – ya lo veía venir.

Me dejo caer en la silla frente a su escritorio mientras ella se pasea por la oficina como si fuera un león enjaulado feliz.

-Necesitas un vestido bonito, elegante pero sexy — empieza — algo que haga que bote la baba por ti.

-¡ESTAS LOCA! — le digo alterada, no quiero que eso pase.

-Tal vez — se encoje de hombros y sonríe – pero hazme caso mujer, se porque te lo digo.

Ruedo los ojos y niego con una sonrisa en mi rostro.

"Esta será una tarde muy larga"

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