Respiro con dificultad mirando la escena frente a mí.
Mis manos tiemblan, el frío recorrer mi cuerpo y mi cabeza es un lío.
- ¡Santa madre!- exclama Jos asustándome-. Lo mataste- susurra con terror.
Se acerca a mí, me quita la base de la lámpara que aún sostengo y me aleja del cuerpo inconsciente de Jonathan.
- Yo no quería... pero él no me dejó otra opción- mis ojos se cristalizan y me abraza.
- Descuida. Sigue vivo el desgraciado- menciona con desdén.
Lo observo y pudo notar como su respiración es lenta.
- Hay que despertarlo- sugiere Joseline.
Se acerca y lo hace rodar en el suelo para dejarlo boca arriba.
Le pega un par de cachetadas hasta que reacciona.
Nos mira algo aturdido y desorientado.
Hasta que nos enfoca y frunce el ceño sobando su cabeza haciendo gesto de dolor.
- ¿Qué haces aquí, tío?- cuestiona al verlo. Se pone de pie y se sienta al borde de mi cama.
- Yo lo llamé- menciona la pelinegra.
- ¿Qué sucedió aquí? Tu esposa está horrorizada- menciona con esa mirada analític