Capitulo 03

Vincent se bajó del automóvil, rodeando el mismo y abriendo la puerta del lado del acompañante, el tomó del brazo a Sophia y le hizo sacada rápidamente, arrinconado a la joven contra el vehículo.

— ¡No vas a venir conmigo! — Exclamó enojado.

— Tengo la aprobación de tu padre y abuelo, así que SÍ iré contigo. — Le retó Sophia confiada.

El frunció el ceño ante la mirada demandante y exigente de la hermosa mujer castaña, que lo veía fijamente con sus ojos grises claros.

Él la odio en ese instante, sobre todo su hermoso y perfecto aspecto físico.

Ese que le recordó a alguien de su pasado desde la primera vez que le fue mostrada una fotografía de Sophia por su padre.

— ¡Tengo trabajo que hacer y tú solamente me vas a estorbar! — Exclamó el joven CEO molesto.

— Oh vamos, ¿En serio esa es tu mejor excusa? — Decía Sophia pasando su mano lentamente por encima del hombro izquierdo de Vincent. — ¿Cuál es el nombre de ella? Creo que lo escuché de unas invitadas en la boda, ¿Era Emily? No, creo que era ¿Heylin? ¡Oh ya lo recordé! ¡Enma! Se llama Enma Evans ¿No?

La cara de Vincent se puso roja del enojo y acercó su rostro a su nueva esposa hablándole en tono autoritario.

— Deberías quedarte al margen de todo esto y aceptar el dinero que te está regalando mi familia, recuerda que eres tú la que necesita está unión y no ganarás con meterte en mis asuntos privados.

"Así que realmente es cierto… Vincent Taylor tiene una amante llamada Enma Evans"

Pensó la bella mujer de ojos grises, moviendo su mano hasta la corbata color crema de Vincent y atrayendo el rostro de ese hombre a pocos centímetros del de ella.

— Hablas como si mi familia o la compañía nuestra dependiera de mantenerte a ti feliz. — Susurró Sophia con una expresión engreída. — Te recuerdo que no es así guapo, el trato que hicimos fue con tu padre y abuelo, tu no tienes nada que ver en ello y tampoco puedes hacernos daño.

Él posó su mano sobre la de Sophia que le retenía de la corbata, liberándose de su agarré y alejándose rápidamente de ella.

Seguidamente abrió la puerta trasera del lujoso vehículo y sacó la maleta de Sophia arrojando con fuerza la misma a un costado justo en el húmedo césped nocturno.

Sophia se reía en ese momento.

"Vaya acto infantil"

Pensó la joven.

— No creas que por evitar que vaya contigo, ya te habrás deshecho de mí, mi tan querido Vinci ~

Él hizo una expresión de asco cuando escuchó como ella le llamó.

— ¿Vinci? Tú… ¡¿Me estás amenazando?!

Sophia soltó un suspiro para volver a ver a su marido, ella se acercó rápidamente a Vincent y tomó la mano izquierda de él entrelazando la misma con la izquierda de ella.

— Estamos casados "mi amor" somos MARIDO Y MUJER. Lamento que no soportes lo que está sucediendo, puedes irte por tu cuenta a la ciudad, pero en cuestión de días estaré en tu hogar o mejor dicho "en nuestro nuevo hogar" y no podrás deshacerte de mi hasta que se cumpla TODO el contrato que firme; por qué yo, soy una mujer de palabra.

Él soltó su mano izquierda con brusquedad de la de Sophia, yéndose enojado al interior de su auto y comenzando a ponerlo en marcha.

Sophia veía como Vincent Taylor se alejaba y ella exhaló acercándose hasta su maleta levantándola del césped.

"Bueno, ya podré darle la sorpresa en la ciudad, es mejor que se haya ido así, un hombre enojado comete muchos errores y eso me sirve si quiero lograr rápidamente el objetivo"

"Siento un poco de pena por el bebé que vaya a nacer de está unión…"

Pensó Sophia posando su mano sobre su vientre.

"Sin embargo, se que aunque ese hombre no lo vaya a querer, el resto de su familia sí y vivirá una vida plena y feliz, por eso tengo que buscar tener a ese niño de los Taylor a como de lugar"

"Es mi pase a la libertad y a la restauración de mi familia, aunque no se exactamente por qué me han elegido a mi de millones de mujeres en el mundo, dicen que es mi excelente crianza, familia, nivel educativo y personalidad… Pero… Siento que no son sinceros del todo y hay una corazonada que me grita que tenga cuidado"

•••••

Tres días después.

Sophia Williams ingresó a la clínica veterinaria en el centro de la ciudad.

— ¡Jefa ya está aquí! — Decía sonriente Charlie Jones, el encargado de la veterinaria de Sophia en su ausencia.

— Hola Charlie. — Le saludo Sophia sonriente ingresando a su oficina.

Él joven de aspecto delgado, rubio y de ojos celestes, se acercó a Sophia posando sus manos alrededor de la cintura de ella y besando suavemente la mejilla de la atractiva mujer castaña.

— ¡Suficiente Charlie! — Exclamó Sophia liberándose del agarré de ese rubio hombre, dos años mayor que ella.

— Se que te casaste, pero también se que es algo obligado y no lo amas, nosotros llevamos saliendo a escondidas durante un año y seis meses, ¿En serio vas a dejarme por ese matrimonio obligado?

— ¡Charlie no soy el tipo de mujer que anda con dos hombres a la vez!

— Lo sé, se que estás con él pero no es como si estuvieras obligada a ser su mujer, simplemente debes fingir ¿No?

— ¡No! Las cosas resultaron ser más complicadas de lo que parecen y lo mejor será que tú y yo nos demos un tiempo.

— ¿Un tiempo? ¿Osea que estás terminando conmigo? ¡No lo puedo creer Sophia! — Decía el exaltado caminando de un lado a otro en la pequeña oficina.

Sophia Williams exhaló pasando su mano derecha sobré su frente.

— Si, se terminó, a partir de hoy solo me interesas como mi ayudante en la clínica y encargado en mi ausencia… Trabajo, toda la relación que tendremos a partir de hoy será únicamente profesional.

Charlie Jones hizo una expresión dolorosa mientras negaba con su cabeza.

— ¡No! ¡No quiero! ¡Me niego! ¡Yo te amo Sophia! ¡Quería casarme contigo y se que tú igual!

— No, te equivocas, mis sentimientos nunca fueron tan fuertes por ti. — Respondió tajante Sophia.

En ese instante él acercó rápidamente abrazando a Sophia.

— ¡Me estás mintiendo! Se que lo haces solo para dejarme más fácilmente, pero… Te perdonaré, voy a esperarte, después de todo se que ese hombre no es tu tipo y jamás podrías enamorarte de él cuando soy yo a quien quieres.

La hermosa mujer sonrió, sin embargo, era una sonrisa forzada que dejaba en evidencia su dolorosa expresión de tristeza.

"No lo entiende, él no está entendiendo nada… Pero… No diré más, no quiero herirlo más de lo que ya lo hice"

Sophia Williams se soltó del abrazo de ese hombre dirigiéndose a la puerta y abriéndola para él.

— Puedes irte y continuar tu trabajo, yo tengo mucho que hacer y pensar hoy.

Él asintió dejando a su ahora ex novia sola en la oficina.

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